En el mundo de las ballenas, todo es a lo grande, los cachalotes tienen el cerebro más grande del reino animal, la ballena azul hembra es el animal de mayor tamaño del mundo, y para responder a la probable desaparición de estos mamíferos Greenpeace propone crear un gran santuario marino que tendría la superficie de Rusia e India juntas.
Estaría en el Atlántico Sur y abarcaría desde Brasil hasta la Antártida, uniéndose con el santuario que ya se estableció allí, y donde los barcos balleneros no podrán entrar, concreta Greenpeace.
Servirá para que las más de 50 especies de ballenas que viven en la región recuperen sus poblaciones y queden a salvo de las amenazas humanas, que causaron la muerte a casi 3 millones de ballenas el siglo pasado: «tenemos que proteger a las ballenas, no sólo porque son animales emblemáticos e impresionantes, sino porque son vitales para los ecosistemas marinos. Proteger a las ballenas supone proteger a todo un mundo de seres más pequeños y los ecosistemas que habitan», sostiene la organización ecologista en una llamada pública para que se respalde con firmas esta petición.
La Comisión Ballenera Internacional decidirá a finales de octubre la creación de este gran santuario. Se necesitará el 75 % de los votos a favor. Según ha destapado Greenpeace en otras ocasiones, Japón presiona a países pequeños para que voten en contra, pero esta vez «Japón está más solo que nunca», y solo se necesita que cuatro países cambien el sentido de su voto para lograr que se apruebe el santuario.
«Tenemos que decirle a los países que es necesario proteger a las ballenas. Que es necesario que voten a favor del santuario, por su importancia para los ecosistemas marinos y la vida que albergan» concluye Greenpeace, que pide firma «para que las ballenas puedan nadar en paz en todo el Atlántico Sur»,