El mural ‘Gritos de la memoria’, del artista quiteño Pavel Égüez, fue develado la noche de este miércoles 10 de diciembre en la fachada de la Fiscalía General del Estado de Ecuador. Con este trabajo, el muralista muestra una crítica reflexiva sobre las violaciones a los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad en el Ecuador y Latinamérica.
Primero, varios funcionarios del Estado se reunieron en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en donde extendieron un mensaje de rechazo hacia los crímenes, torturas y asesinatos. Estuvieron presentes el fiscal general, Galo Chiriboga; el alcalde de Quito, Mauricio Rodas; la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, entre otros.
Natasha Reyes, hija del activista de izquierda Milton Reyes, quien fue torturado y asesinado en 1970, dio un conmovedor discurso en el que llamó a la ciudadanía a luchar contra las violaciones de los derechos humanos: «nadie puede ser torturado por cómo piensa nunca más. Nadie repara las muertes de quienes nos hemos quedado para reclamar», manifestó Reyes ante un Teatro Nacional completamente abarrotado.
Familiares de víctimas de varios países latinoamericanos apoyaron esta iniciativa y se hicieron presentes ante el grito de «Ayotzinapa presente».
«Este es un llamado a la memoria por las víctimas que fueron acalladas. Pavel (Égüez) revive esa memoria (…) Nuestro compromiso es con la memoria para nunca olvidar y con el futuro para crear un lugar de paz», dijo Gabriela Rivadeneira.
Por su parte, el fiscal Chiriboga se preguntó dónde están los hermanos Restrepo y qué fue lo que pasó con el expresidente Jaime Roldós. «Natasha (Reyes), no estamos solos. La voz silente de las víctimas nos seguirán apoyando para luchar (…) Este no es solo un mural sobre el dolor, sino sobre la esperanza», explicó Chiriboga.
Luego, los invitados se acercaron a la fachada de la Fiscalía, en donde las pancartas que cubrían el mural cayeron una a una.
Imágenes de León Febres Cordero (bajo cuyo régimen se registraron desapariciones forzadas y violaciones a los derechos humanos), de los hermanos Restrepo, de Taura, de la Base de Manta… Varias gráficas completaron este trabajo pictórico en el que el muralista llama a la reflexión. El padre de los hermanos Restrepo flameó una bandera con la imagen de sus hijos.
«No podemos olvidar. Este recordatorio, plasmado fuera de la Fiscalía, es una manera de mantener viva la memoria», manifestó Égüez.
Fue una velada llena de emocion y esperanza. que invita a unirnos a esta gran cruzada. Ni perdon , ni olvido. Nunca mas desapariciones y muertes forzadas en latinoamerica!