Groenlandia prolonga la detención del defensor de ballenas Paul Watson

Un tribunal de Groenlandia decidió este 2 de octubre de 2024 prolongar hasta el próximo día 23 la detención del activista canadiense Paul Watson, de 73 años, cuya extradición ha reclamado Japón por unos hechos que se remontan a 2010, contra un barco ballenero.

Paul-Watson Groenlandia prolonga la detención del defensor de ballenas Paul Watson
Paul Watson

Watson fue detenido el pasado 21 de julio en Nuuk, la capital de Groenlandia –territorio autónomo que jurisdiccionalmente depende de Dinamarca- cuando se acercó al puerto con su barco, el John Paul DeJoria, con intención de repostar.

El tribunal ha tomado la decisión de mantener a Watson bajo custodia «para garantizar su presencia» cuando el ministro danés de Justicia, Peter Hummelgaard, se pronuncie sobre la reclamación japonesa.

Watson, fundador de la ONG Sea Shepherd y de la Fundación Capitán Paul Watson (CPWF), famoso por sus actuaciones contra los barcos japoneses que se dedican a la caza de ballenas con fines comerciales, está acusado de haber herido a un tripulante de un ballenero japonés con una bomba fétida, en el transcurso de una de las actividades llevadas a cabo con su barco.

La presidenta de Sea Shepherd Francia, Lamya Essenmiali, ha calificado de «parodia de justicia la decisión del tribunal», al que acusa «de querer mantener detenido a Watson para conseguir que sea extraditado».

Por tercera vez desde que fuera detenido en julio pasado, los abogados del militante canadiense han recurrido la sentencia emitida porque el tribunal considera que «se reúnen los criterios para la extradición según las acusadas formuladas en la orden internacional de detención» de la justicia japonesa.

Con este argumento, el tribunal se ha negado «a analizar» los documentos presentados por la defensa de Paul Watson consistentes en varios extractos de vídeos, grabados por el canal Discovery, sobre los acontecimientos de 2010 y la agresión al ballenero japonés.

«Se trata, según Lamya Essemiali, de pruebas de la inocencia de Watson que el juez de Groenlandia se ha negado a ver». Lo que, según los abogados de la defensa «demuestra que el tribunal no se porta como una instancia independiente» y, en el caso de que el ministro aprobara la extradición, «impide que podamos recurrir ante el Tribunal Supremo danés y, en última instancia, ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos».

Según quienes apoyan al militante ecologista, en las últimas semanas se han endurecido las condiciones en que Watson se encuentra detenido: «En la práctica le han cortado todo contacto con el exterior, solo le quedan los diez minutos semanales de hablar por teléfono con su mujer».

En declaraciones a la Agencia France-Presse, efectuadas a finales del pasado mes de agosto, Watson denunciaba: «Los japoneses quieren utilizarme como ejemplo para demostrar que no se pueden tocar sus actividades de caza de ballenas con fines comerciales». Si finalmente le juzgan en Japón la condena podría llegar hasta quince años de cárcel.

No es esta la primera vez que detienen al militante ambientalista. En 2012 fue detenido por las autoridades alemanas en respuesta a la orden internacional emitida por Costa Rica. Watson tuvo entonces que pagar una fianza de unos 250.000 euros para quedar en arresto domiciliario hasta el momento en que el gobierno alemán aprobó su extradición al país americano y Watson decidió fugarse. En 2019 la justicia costarricense desestimó el caso.

Japón, junto con Noruega e Islandia, eran hasta ahora los tres países que permitían la caza de ballenas alegando que el consumo de su carne forma parte de las tradiciones locales. Esta misma semana, el gobierno de Islandia ha anunciado que se suma a los países que prohíben dicha actividad.

El pasado mes de marzo, la empresa ballenera japonesa Kyodo Sempaku presento el «Kangel Maru», un nuevo buque de 112 metros de eslora y capaz para 9300 toneladas, que puede desplazarse hasta más allá de las aguas japonesas, único lugar donde los barcos nipones tienen permiso para continuar la caza de ballenas con fines comerciales lo que, según el propio Paul Watson en declaraciones a la CNN del pasado 30 de mayo, «tiene como único propósito que el barco pueda desplazarse hasta el océano Atlántico» y continuar allí con sus actividades.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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