El segundo jueves de octubre se celebra el día mundial de la visión. Un día en el que se pretende concienciar a la población de la prevención de las patologías evitables que cursan con una ceguera.
Bajo el lema, «Haz que tu visión cuente» («Make your vision Count») todas las asociaciones, sociedades científicas, oftalmólogos, optometristas y ópticos alertan sobre el problema de no tener cuidado con la visión.
Es muy importante que consideremos los datos referidos a la discapacidad visual que existen en todo el mundo; datos que van in crescendo por el aumento de la miopía en los países avanzados. Muchas de las patologías que actualmente van en aumento corresponden a nuestro estilo de vida. La aparición de miopías que, salvo por predisposición genética, cada día son más, corresponden al abuso de los dispositivos móviles, a no mirar al infinito y a estar siempre mirando de cerca. La visión de lejos apenas se usa, máxime si el paciente vive en una ciudad, y por tanto, se está miopizando a la sociedad; término utilizado recientemente por los especialistas.
39 millones de personas son ciegas y 285 millones en el mundo tienen algún tipo de discapacidad producido por alguna patología visual referida a determinada degeneración macular, distrofia macular u otras enfermedades que cursan con Baja Visión como causa de otras enfermedades, como son la retinopatía diabética o el edema macular.
Muchos de los casos podrían ser evitables si conocemos qué es lo que está sucediendo a nuestra visión, como son todas las enfermedades que tienen que ver con la edad: cataratas, glaucoma, degeneración macular asociada a la edad, etc. Pero, ¡ojo! no es suficiente con pasar a hacernos una revisión a una óptica. Los ópticos carecen de formación para determinar algunas de las patologías que no se ven a simple vista y que es necesario determinarlas con otras pruebas más importantes.
En España están afiliados a la ONCE 72 000 personas que tienen alguna discapacidad visual grave o son ciegas. Quedan solamente tres años para llegar a 2020, una fecha en la que se pretende eliminar todos los casos de ceguera evitable en el mundo, pues cada cinco segundos una persona se queda ciega. Esto supone que cada año siete millones de personas pierdan la visión.
“Es de suma importancia la participación de la sociedad para acudir con un especialista, a fin de diagnosticar y, en su caso, tratar adecuadamente el padecimiento que afecte a la vista, cuyas complicaciones podrían derivar en la ceguera”.
En este día también conviene hacer una reflexión para distinguir qué significa la ceguera legal, que no es otra cosa que la determinación de la agudeza visual y el campo visual que llevan a una persona a tener una discapacidad visual que le impide llevar a cabo tareas cotidianas, tener cierta autonomía y poder salir adelante cuando tiene restos visuales. Estos pacientes invisibles no ven, y parece que sí; es posible que te identifiquen un día pero, en otra ocasión, quizá no sean capaces de reconocerte; pueden ver un móvil pero no distinguen un autobús. La incomprensión de la sociedad, la falta de empatía y el dolor que les causa adaptarse a la nueva vida que va apareciendo, hace que muchos de ellos tengan serias dificultades para salir adelante.
Los que lo hacen, lo saben hacer, o procuran realizarlo con mucho esfuerzo, son personas que logran identificar la vida desde donde sucede; logran una vida plena y tienen un valor especial de las cosas que les hace sentir bien. Ver es muy importante, quizá lo más importante en el siglo XXI pero muchas personas miran y no ven. Los pacientes con Baja Visión, no solo ven algo con sus restos visuales, sino que logran salir adelante viendo lo importante; empatizan con las personas y conocen las dificultades, tanto en la calle, a la hora de pedir un menú o a la hora de ver la señalética, nunca pensadas para las personas que ven poco o algo.
En el día mundial de la visión conviene que hagamos una reflexión en torno a que, en España, más de la mitad de la población ya tiene problemas visuales, casi todos ellos padecen presbicia, tendrán cataratas y otras enfermedades que les causarán estos síntomas. Solamente entonces podremos hablar de adaptar las cosas, carteles, señales, libros y otras cuestiones, a toda la sociedad; cuando prácticamente toda, vea algo.
No estoy ciego, soy ciego legal y no veo lo que pone.