Hija de la Laguna: el culto al agua y la defensa del medio ambiente

“Laguna, Mamayacu, en tus entrañas guardas oro. ¿Sabes para qué sacan tu oro? Para guardarlo otra vez en los bancos. El oro no se bebe. El oro no se come. Por el oro se derrama sangre. Cuidándote bien, podrías alimentarnos para siempre”

Así se dirige a los espíritus del agua Nélida Ayay, una de las protagonistas del documental Hija de la Laguna, siguiendo la tradición andina de relacionarse con los elementos de la naturaleza como si se tratara de seres vivos, escribe Inocencia Soria.

hija-de-la-laguna-poster Hija de la Laguna: el culto al agua y la defensa del medio ambiente
Hija de la laguna, poster

A través de la mirada de dos campesinas Hija de la laguna retrata el culto al agua y la defensa del medio ambiente que llevó a la población de la región peruana de Cajamarca, a unos 900 kilómetros al norte de Lima, a protagonizar la protesta antiminera más emblemática del país contra el Proyecto Conga que tenía como objetivo drenar dos lagunas para extraer el oro que hay debajo y usar una tercera laguna como vertedero de residuos.

El documental se estrenó en Lima en agosto de 2015, tres años después de las violentas protestas que dejaron cinco muertos en Cajamarca, donde el proyecto Conga avivó un movimiento antiminero que se repitió posteriormente en otras zonas de Perú. Está producido por Guarango Cine y Video, una asociación peruana de documentalistas, dedicada a la realización de proyectos audiovisuales para el desarrollo del Perú.

Es el cuarto largometraje del director y guionista Ernesto Cabellos y ha sido premiado en múltiples ocasiones y recibido críticas muy elogiosas. A poco tiempo de su lanzamiento el tráiler había superado los cinco millones de vistas en Internet.

En España se presentó en el Festival de Cine de Valladolid de 2016 y ha sido difundido por las oenegés AIETI y Entrepueblos fuera de los circuitos comerciales. En Madrid se proyectó con motivo del día internacional de la mujer el 8 de marzo de 2016 en la sala Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes con presencia de Nélida Ayay. Ahora puede verse en la popular sala de Lavapiés El Teatro del Barrio el día 29 de noviembre a las 19.00 horas.

El oro del Perú y el proyecto Conga

La actividad minera es uno de los motores de la economía peruana. Constituye el 60 por ciento de sus exportaciones. Perú es el primer productor de oro en Latinoamérica y el sexto en el mundo. Casi la mitad del territorio de Cajamarca ha sido cedido en concesión de explotación a empresas mineras, incluyendo cabeceras de cuencas y ríos. El 78 % de su población vive de la ganadería y la agricultura. Un informe de Defensoría del Pueblo refleja que, en 2014, siete de cada diez conflictos sociales en Perú estuvieron relacionados con la minería.

El Proyecto Conga pertenece al consorcio minero Yanacocha S.R.L. (MYSRL) formado con capital mayoritario de Newmont Mining Corporation de Estados Unidos (51,35 %), con participaciones de la Compañía de Minas Buenaventura de Perú (43,65 %) y de la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial (5 %). Con una inversión de 4800 millones de dólares, planeaba explotar el oro de la zona durante 19 años y prometía emplear en ello a unas 10 000 personas

Desde su inicio en 2004, el proyecto fue rechazado por un amplio sector de los habitantes de Cajamarca, temerosos de que se contaminasen sus reservas de agua. Tras el levantamiento de la población civil, las autoridades declararon el estado de emergencia y la militarización de varias provincias. Finalmente tuvieron que paralizarlo a fines del 2011. En abril de 2012 se presentó un peritaje internacional que recomendaba adoptar medidas para atenuar el impacto ambiental que causaría el proyecto en Cajamarca. En julio de 2012 una movilización contra la mina terminó en un enfrentamiento de civiles contra la policía y el ejército con un saldo de cinco muertos, entre ellos un joven de 16 años.

Un litigio de película

La vivienda y cultivos de Máxima Acuña, otra de las protagonistas de Hija de la Laguna, se ubican frente a la Laguna Azul, una de las lagunas que el proyecto minero Conga usaría como depósito de residuos. Allí, en 1994 la familia había adquirido 18 hectáreas de tierras. Cuando la minera Yanacocha empezó a comprar terrenos para su proyecto Conga decidieron resistir y quedarse en su propiedad.

La empresa logró comprar terrenos aledaños a otras familias. Intentó desalojarlos por la fuerza con intervención policial y más tarde, en 2011, inició una ofensiva legal. Argumentando que había comprado las mismas tierras de Máxima entre 1996 y 1997, la denunció por usurpación logrando que un juzgado la condene a dos años y ocho meses de prisión y al pago de 5500 soles de reparación civil. En medio de protestas, en diciembre del 2014, una sala penal de apelaciones anuló la sentencia y declaró inocentes a la familia. La disputa del terreno sigue en el Poder Judicial pues, aunque Acuña ha logrado resoluciones a su favor en primera y segunda instancia, la compañía ha apelado a la Corte Suprema.

La familia de Acuña ha sido objeto de múltiples agresiones desde 2011. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos instó en 2014 al Estado peruano a que adoptara medidas cautelares dé protección para la campesina, pero los ataques continúan. Los últimos se han producido el pasado mes de octubre.

Máxima Acuña, «heredera» de Berta Cáceres

Máxima Acuña, Perú

Fruto de su tenaz lucha contra la poderosa minera, Máxima Acuña fue reconocida con el premio internacional Goldman 2016, equivalente al Premio Nobel del medio ambiente. Durante la ceremonia celebrada en el Teatro de la Ópera de San Francisco, en Estados Unidos declaró: «Solo quiero que me dejen vivir tranquila en mi terreno y que no contaminen mi agua».

Es el mismo reconocimiento que se otorgó en 2015 a la activista hondureña Berta Cáceres por liderar una campaña contra la represa Agua Zarca. Cáceres fue asesinada seis meses después de recibir el galardón, el 6 de marzo de este año.

El miércoles, 5 de octubre de 2016, los 73 activistas de todo el mundo, que fueron galardonados con la Fundación Goldman en los últimos 25 años (1991-2016) pidieron que el gobierno del Perú tome las medidas necesarias para garantizar la integridad de la vida de Máxima Acuña y su familia, que se ve amenazada por los constantes ataques del personal de seguridad contratado por la empresa minera Yanacocha. En el documento, los firmantes se mostraron indignados por todas las acciones perpetradas por la minera Yanacocha en su acoso para forzarla a dejar su casa con el objetivo de intentar desarrollar el proyecto Conga.

En la misma línea se ha manifestado, numerosas organizaciones ambientalistas y de derechos humanos y, entre ellas Amnistía Internacional (AI), que ha exigido protección para Máxima Acuña, resaltando su condición de Premio Goldman.

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