Los beneficios del cambio de vida en el tratamiento de la hipertensión arterial (HTA) han sido demostrados y se debe pensar en ello cuando persiste. La estrategia en la prevención y el manejo de la misma, implica a su vez, la educación sobre su detección temprana y los hábitos de vida saludables que pueden ser resueltos con campañas efectivas de información sobre la ingesta de sal y sus efectos.
Se ha demostrado también, cómo la reducción de 6 o 7 kg de peso puede tener modificaciones metabólicas sustanciales y puede producir impacto también en el aparato cardiovascular y osteomuscular. Si el paciente tiene idealmente un peso normal, y su índice de masa corporal es inferior a 25 raramente tendrá cuadros de hipertensión en su vida. Los hipertensos con obesidad o sobrepeso, pueden ver una caída de 7 a 4 mmHg de la presión arterial diastólica, en el caso de perder 3 kg, frente a la caída de 21 a 13 mmHg en la presión arterial sistólica, en el caso de perder 12 kg de peso.
La reducción de la carne roja, los dulces, las bebidas azucaradas, que se ven reemplazadas en la dieta por pescados, pollo, lácteos bajos en grasas y frutos secos, plan recomendado por la Asociación Americana del Corazón, necesariamente producirá sus efectos en la tensión y por tanto, en la calidad de vida del paciente.
Al reducir también el colesterol y la lipoproteína de densidad baja, la presión arterial sistólica, también se reduce. La mortalidad cardiovascular asociada a una ingesta de grasa, alcohol, tabaco y otros elementos que alteran la presión arterial y causa enfermedades asociadas al corazón, pueden verse beneficiadas solamente con un cambio de dieta, prescrita únicamente con ese fin. Entre las demás medidas a adoptar, están la ingesta de ajo a diario, magnesio, o suplementos de calcio y colágeno para mantener nuestros niveles correctamente.
El aumento de la actividad física a diario es un predictor independiente de la mortalidad cardiovascular y tiene un efecto antihipertensivo importante. No es recomendable en ningún caso el levantamiento de pesas dado su efecto presor en los pacientes con tensión alta, y sí es beneficioso todo lo que tenga que ver con el ejercicio aeróbico. El abandono del tabaco, como primera medida eficaz contra la subida de tensión, y la disminución del consumo de bebidas alcohólicas, puede hacer que prolonguen su vida entre los cinco y los diez años, solamente por haber cambiado los hábitos que necesariamente hacen que la tensión arterial suba.
La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Cada vez que el corazón late, bombea sangre hacia las arterias, que es cuando su presión es más alta. A esto se le llama presión sistólica. Cuando su corazón está en reposo entre un latido y otro, la presión sanguínea disminuye.
La presión arterial normal es cuando el número superior (presión arterial sistólica) está por debajo de 120 la mayoría de las veces, y el número inferior (presión arterial diastólica) está por debajo de 80 la mayor parte del tiempo (escrito como120/80 mm Hg).