En el ámbito del turismo, las tendencias de este año 2022 están condicionadas por la necesidad de adaptarse a las nuevas realidades tras la crisis sanitaria y económica que venimos remontado desde 2021, porque la pandemia se convertirá en algo endémico que podrá enfrentarse con nuevos tratamientos mejorados, y las personas vacunadas ya no pondrán en peligro su vida al compartir espacios hoteleros.
La actividad turística se está recuperando a medida que las economías se reabren, y las parejas, las familias, deberían adelantar las reservas para garantizarse los mejores precios a partir de la próxima primavera en localizaciones de fuerte tradición turística y con plantillas profesionales debidamente cualificadas.
Baleares es un destino de vacaciones que cumple esos requisitos, tanto para las familias en búsqueda de unas vacaciones de relax en la playa, como para viajar en pareja, como hoteles en Santa Eulalia Ibiza, donde han abierto ya las reservas para la próxima temporada turística con ofertas para quienes adelanten esta decisión.
Pasar unas vacaciones en Ibiza supone poder disfrutar del encanto de las islas mediterráneas unido a una amplia oferta de servicios de ocio, diversión y cultura, que permiten combinar los días de descanso con múltiples opciones de actividades en la naturaleza o de locales nocturnos donde divertirse hasta la salida del Sol.
El departamento de Turismo de Santa Eulalia, tercer municipio con más habitantes de Ibiza y situado en la parte Este de la isla, presume de de ser un buen destino gastronómico y cultural, con gran oferta de restaurantes, tiendas y un puerto deportivo con grandes embarcaciones de recreo.
Recorrer el primer día el Paseo Marítimo de Santa Eulalia permitirá apreciar todas estas posibilidades porque se extiende con varios kilómetros de longitud desde el Club Náutico hasta la desembocadura del río donde se encuentra la playa dels Mariners, en un trayecto bordeado por grandes palmeras que rodean la playa principal de Santa Eulalia y en el que se suceden infinidad de terrazas, bares, restaurantes y tiendas que aportan variedad y animación.
Pero Santa Eulalia no es ajena a la historia de las Baleares, y en la parte alta del pueblo se encuentra un templo fortaleza desde el que sus habitantes se defendían de los ataques berberiscos. Junto a la iglesia se encuentra un museo etnográfico, un pequeño cementerio y un entramado de calles y callejuelas empedradas de casas con la arquitectura tradicional ibicenca, que formaban antiguamente el núcleo del municipio, por las que descender hasta el actual núcleo urbano en la zona turística.
La Ibiza hippy
En el imaginario español Ibiza está íntimamente relacionada con el mundo hippy, y precisamente en Santa Eulalia se encuentran dos de los más conocidos mercadillos hippies de la Isla, el de las Dalies y Punta Arabí, porque fue en este enclave a donde llegaron los primeros hippies atraídos por sus playas, sus rincones y por el buen de sus gentes.
Según los registros municipales, en los años setenta se instalaron los primeros cuatro o cinco puestos para vender sus productos de artesanía y mantener su forma de vida. Esos mercadillos han crecido hasta superar los quinientos puestos y son actualmente un símbolo de la isla, reconocidos por el turismo internacional.
Pero alojarse en un hotel de cuatro estrellas en Santa Eulalia no obliga al sedentarismo, y cuando surge el espíritu aventurero hay cerca otras veintidós playas y calas de arena fina y aguas turquesas, a las que se puede llegar por tierra o por mar, porque la estación náutica ofrece acceder a 45 kilómetros de costa con acantilados y rincones mágicos.
Para diversificar aún más las posibilidades de una vacaciones diferentes, el Ayuntamiento de Santa Eulària ha aprobado recientemente un plan de conservación y mejora del entorno rural, para financiar veinticuatro propuestas de restauración de elementos patrimoniales como paredes de piedra seca, norias, molinos de viento y de sangre, los aljibes, pozos, almazaras y eras, para mantener y proteger el paisaje tradicional, la flora y la fauna autóctonas.
Y para finalizar con buen ánimo unas vacaciones diferentes, se recomienda tener cuidado con los duendes de la isla, muy juguetones y que pueden colarse en nuestras maletas, porque son traviesos, molestos, trabajadores, comilones, nerviosos; según la tradición oral con origen en la cultura romana.
El más popular de estos duendes es el «fameliar», representado en la forma de un hombrecillo de tamaño menudo, calvo, cabeza grande y extremidades pequeñas, capaz de hacer las labores más duras de los campesinos en pocas horas, pero también de arruinar a una familia por su voracidad en cuanto dejaba de trabajar.
Otro genio reconocido es el «barruguet», un duende de pequeño tamaño que se divierte cometiendo travesuras en la casa o haciendo llorar a los niños.