La clasificación de Marruecos para el Mundial de Fútbol de 2026, tras ganar en casa a Níger (5-0) y a domicilio a Zambia (0-2), no ha podido callar la polémica creada por las declaraciones efectuadas tras el encuentro disputado en Rabat por el seleccionador nacional de Marruecos, Walid Regragui.
Regragui, provocó una gran indignación en las redes sociales, especialmente en la ciudad de Uchda y en la región Oriental, después de que dijera durante una entrevista con los medios que habría estado «preocupado» si el equipo se hubiera clasificado para el Mundial en el estadio de Uchda.
La frase fue considerada ofensiva por muchos aficionados, se extendió rápidamente y en redes sociales muchos expresaron su descontento por lo que describieron como ″la devaluación de la ciudad y la continua marginación del este de Marruecos” enlazándolo con la histórica exclusión o marginación que sufre el Oriental marroquí.
Así, Uchda se encontró en el centro del debate nacional. El mensaje del técnico marroquí no es sino un reflejo de un panorama más amplio de continua marginación de la población del Oriental, como sucede también en otras zonas como el Rif, en comparación con otras partes del país.
Otros consideran que las declaraciones de Regragui revelaban una «visión condescendiente» de la región, cuyos residentes ya padecen graves problemas económicos y sociales, siendo sensibles a estas manifestaciones que son percibidas como de exclusión o marginación.
La gran mayoría de la prensa oficial marroquí ha callado ante todo lo acontecido, mientras otros intentaron justificarlo, sugiriendo que Regragui podría haber querido expresar su deseo de clasificarse en un escenario más importante o bajo ciertas circunstancias, pero que la mala elección de palabras provocó un malentendido generalizado. Hay quien lo califica de ″mero desliz”.
No obstante, esta aclaración de carácter extraoficial, no evitó la continua campaña de críticas que arrasó las redes sociales y medios críticos, muchos exigiendo al entrenador que se disculpara públicamente con la población de Uchda y de la región Oriental.
Como curiosidad, la localidad ha albergado partidos de la selección marroquí, el último en octubre de 2024, clasificatorio para la Copa Africana de Naciones, con un contundente 5-0 ante República Centroafricana.

Además, cuenta actualmente con dos equipos en la segunda categoría nacional, Botola 2, el Mouloudia de Uchda (que gano la primera Copa del Trono en 1957) y el USM Uchda.
La abogada y ex parlamentaria del PAM (2011-16) natural de Uchda, Salima Faraji, expresó su indignación citando que es «la capital del Oriente marroquí» cuenta con una rica historia, y que sus aficionados habían «apoyado siempre con fervor al equipo nacional» y que las declaraciones de Regragui «empañan la imagen de la ciudad».
La localidad está muy cerca de la frontera con Argelia, de hecho el expresidente argelino, Abdelaziz Bouteflika (1937-2021), nació allí.
La Real Federación Marroquí de Fútbol (RFMF) no emitió ninguna aclaración oficial, mientras el técnico, que curiosamente no nació en Marruecos sino en Francia, teniendo también su nacionalidad, sigue gozando de una gran popularidad desde que llevó a los Leones del Atlas a las semifinales del Mundial de 2022 en Catar.
Se da la circunstancia que el presidente de la RFMF, Fouzi Lekjaa es también de la zona, estuvo diez años, entre 2009-2019, como responsable del club de la región Oriental, y actual campeón por primera vez de la liga marroquí, Botola, el RS Berkane, por lo que compatibilizó la federación y el club, siendo una pieza del régimen de Majzén.
De hecho, hay criticas por el favoritismo por su anterior club que ha obtenido numerosos títulos en las últimas temporadas, pero en este tema no se ha pronunciado.
El RS Berkane estuvo envuelto en una polémica extradeportiva por la camiseta que quiso imponer en Argelia, en las semifinales de la Copa Confederación africana, que incluía un mapa de Marruecos con el territorio del Sáhara. El partido no se disputó y casi un año después el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), en Lausana, sentenció que era un símbolo político ″no conforme” y ″contrario al reglamento”, convirtiéndose así en una victoria jurídica para los saharauis.




Todo lo que se politica tiene estás consecuencia más en Marruecos
No me sorprende esa reaccion