Los días 4 y 5 de marzo visita el Parlamento Europeo una representación española de víctimas del franquismo, diez de ellas cordobesas, junto a Asociaciones de Memoria Histórica, representantes de la Plataforma por la creación de una Comisión de la Verdad y la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía.
Allí seran recibidos por europarlamentarios que impulsan y apoyan la constitución de una Comisión de la Verdad sobre los crímenes del franquismo en España: Willy Meller (IU), Raúl Romera (IU), Miguel Angel Martínez (PSOE), Vicente Garcés (PSOE) e Iñaki Irazabalbeita (Aralar).
Mantendrán una rueda de prensa con los medios acreditados de toda Europa donde presentarán sus reivindicaciones y explicarán que esta iniciativa pretende recoger el apoyo mayoritario de los miembros de la eurocámara, ya que si se logra un apoyo superior al 50% -objetivo que parece conseguido por los acuerdos previos mantenidos- se convertirá en una resolución del Parlamento Europeo que la propia Comisión tendrá que asumir. Esto sería un verdadero problema para el Gobierno y el Estado español, ya que constituye una presión difícil de soslayar, señalan desde la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (Aremehisa).
Tras la comparecencia con los medios de comunicación, se inicia la Audiencia pública, acto dirigido a los miembros del europarlamento, en la Comisión de Peticiones, donde presentarán la causa de las víctimas del franquismo y de los niños robados, con la presencia de los eurodiputados firmantes del apoyo.
Finalmente se entrevistarán con la Presidenta de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, donde le harán entrega de la documentación de más de 500 casos de víctimas que también han sido remitidos a la ONU.
Debe de insistirse en que se reconozca responsabilidad por la iniciación de la llamada Guerra Civil a los sublevados en el golpe de Estado del 18 de Julio de 1936, así como por los detentadores del poder desde el 1 de abril de 1939 hasta Noviembre de 1975. Para ello, Los Tribunales de justicia, el Ejercito. La Iglesia Católica , y, en representación del Estado: El Rey, debieran, para considerar solucionado este problema, pedir perdón, de una manera pública y formal, en un digno acto bien publicitado.