Un total de 123 intelectuales turcos emitieron un comunicado advirtiendo sobre la política genocida llevada a cabo por Azerbaiyán en Artsaj (Nagorno Karabaj) y pidiendo a la comunidad internacional que actúe y evite nuevas tragedias humanas en lugar de permanecer en el papel de observador.
Actualmente ya son más de 68.000 las personas desplazadas desde el control por la fuerza de Azerbaiyán del enclave de Artsaj (Nagorno Karabaj), es decir más de la mitad de la población que allí residía. Esta caravana de exiliados cruzaron la frontera a Armenia, según informó el Gobierno armenio, que anunció que proporcionarán alojamiento para todas las personas.
En el comunicado, los intelectuales turcos señalan que «el régimen azerbaiyano, que ha bloqueado Nagorno Karabaj durante nueve meses, lanzó operaciones militares ante los ojos de todo el mundo mientras se desarrollaba la Asamblea General de la ONU».
«Azerbaiyán llevó a cabo este ataque con el apoyo explícito de Turquía e Israel mientras el mundo entero observaba en silencio lo que estaba sucediendo. Existe un claro peligro de limpieza étnica y genocidio», dijeron los académicos turcos recordando que las advertencias del exfiscal Luis Moreno Ocampo se están convirtiendo en realidad una por una.
Los intelectuales turcos mencionaron que Azerbaiyán ignoró y despreció a muchos países y organizaciones internacionales que pedían el fin del bloqueo del corredor de Lachin.
Ahora, según indicaron, «no tiene sentido esperar que el régimen de Bakú preste atención a las llamadas a cesar las hostilidades en Nagorno Karabaj».
«Azerbaiyán busca tomar completamente el control de Nagorno Karabaj y expulsar a los armenios de territorios donde los armenios vivieron durante siglos, y en caso de resistencia simplemente matarlos. El objetivo del despótico Azerbaiyán es uno: poner fin mediante la violencia a la existencia de armenios dentro de las fronteras trazadas por la fuerza», afirman.
Los intelectuales señalaron que, así como los azeríes destruyeron el cementerio armenio en Julfa, borrarán a los armenios y sus huellas de Artsaj.
También expresaron su profunda preocupación por los acontecimientos y subrayaron que la comunidad internacional no está haciendo lo suficiente. «Repetimos una vez más, la prevención del genocidio no implica esperar a que ocurra y luego intervenir. La prevención del genocidio consiste, ante todo, en adoptar medidas activas. Llamamos a todos los países, encabezados por la ONU, todas las organizaciones internacionales y la comunidad internacional, a asumir una postura activa».
En el texto se pide, además, la evacuación de los civiles que se encuentran como rehenes en la región y la prestación de ayuda humanitaria. «Debe garantizarse el derecho del pueblo de Nagorno-Karabaj a ejercer libremente su derecho a ser ciudadano de cualquier país».
Entre los 123 representantes que firmaron la carta se encuentran los historiadores turcos Taner Akcam, Baskin Oran, Sait Cetinoglu, el politólogo Cengiz Akhtar, los periodistas Aris Nalci y Veysi Sarısözen, la periodista Yasemin Çongar, la profesora universitaria Zehra Kabasakal Arat y el activista de derechos humanos Eren Keskin.
Por su parte, el presidente de la Federación de Empresas Turcas Euroasiáticas, Isail Cenkiz, afirmó que los 123 «simpatizantes armenios deberían ser privados inmediatamente de su ciudadanía turca» y enviados a Armenia, idea que fue apoyada por diversos grupos nacionalistas y racistas turcos.