En muchas ocasiones el mundo financiero despierta el interés de, incluso, personas que no se habrían sentido afines a priori. A medida que se va teniendo una cierta estabilidad económica, dejar el dinero en el banco y no buscar rentabilizarlo en mercado de divisas, bonos u otras fórmulas financieras es, casi, una temeridad.
Dicen los expertos que no hay que perder de vista el futuro cuando se está en el presente y prepararse un buen colchón para cuando lleguen tiempos difíciles o tiempos en los que se necesite contar con una suma de dinero importante.
Por eso, muchos hablan de la regla del 50/20/30 para llevar bien una buena y responsable economía doméstica. Esta ley, surgida de un libro de la abogada y senadora estadounidense Elizabeth Warren, (All Your Worth: The Ultimate Lifetime Money Plan), pone de manifiesto que el 50% de los ingresos deben ir destinados a gastos fijos, el 30% a gastos personales y el 20% debería ir destinado a ahorro o fórmulas de inversión.
Es una buena meta que poder seguir en el día a día y que muchos, con el propósito del año nuevo o la llegada de septiembre, se plantean.
En los últimos meses, además, han saltado a los medios de comunicación los pequeños inversores que habrían perdido el dinero invertido con la (casi) quiebra del Banco Popular. Si bien era una crisis notoria y que ya se veía asomar en los diarios económicos, la compra del Banco Santander por 1€ pilló desprevenido, no sólo al conjunto de los españoles, si no, sobre todo al pequeño inversor.
Por otro lado, el Banco Santander cayó en Bolsa un 2 % la primera mañana tras conocerse la noticia de que compraba el 100 % del Banco Popular al encontrarse al borde de la quiebra. Decían algunas personas que habían estado en la negociación que, este último, no habría tenido dinero siquiera para abrir las sucursales al día siguiente.
Si bien los pequeños inversores vivieron una situación de incertidumbre, tras la ampliación de capital del Santander y la aprobación de adquisición por parte de la Comisión Europea hace unas semanas, abre nuevas fuentes de posibilidad de poder recuperar el dinero o reinvertirlo de alguna manera.
Es más, en estos últimos días se está de que informando que el Banco Santander pagará el 100 % de lo invertido por los pequeños accionistas del Popular, siempre y cuando realicen los trámites que son requeridos y lo hagan constar a la entidad.
Casos como éste harían pensar que invertir parte de ese 20 % del sueldo que aconsejaba Elizabeth Warren en su libro, podría ser un riesgo, pero nada más lejos de la realidad. La mejor forma de ahorrar es invirtiendo.
Es cierto, en este contexto, que siempre existe la posibilidad de que algo pueda salir mal o no se vean los rendimientos a corto plazo, pero lo que está claro es que es la única manera de poder intentar que los ahorros puedan crecer un poco más, ya que el valor del dinero cambia continuamente. Hay que reconvertirlo, actualizarlo y ponerlo en circulación.
