Un informe de la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW), con fecha 6 de marzo de 2019, asegura que en Irak se ha juzgado y condenado a algunos niños por su presunta pertenencia a Dáesh, después de hacerles confesar mediante el uso de torturas.
El diario francés Libération se hace eco del informe de la ONG, basado en entrevistas con veintinueve menores iraquíes que fueron detenidos por el gobierno federal y las fuerzas de seguridad en la región autónoma del Kurdistán iraquí, y que al día de hoy continúan privados de libertad.
«Los controles, investigaciones y denuncias de las autoridades iraquíes y el gobierno regional kurdo contra niños como sospechosos de pertenecer a Dáesh, que con frecuencia han llevado a detenciones arbitrarias y procesos no equitativos, están profundamente tergiversados”, afirma HRW en su informe, que precisa que muchos de los chicos han sido arrestados sobre la base de pruebas frágiles, en los campos de refugiados o en puestos de control.
El informe detalla que tras las detenciones los menores han recibido golpes y descargas eléctricas, y se han visto obligados a confesar bajo tortura, sin derecho a ver a sus familiares ni a recibir ayuda jurídica. Como ejemplo, el testimonio de un chaval de catorce años detenido por las fuerzas de seguridad kurdas: “Me pegaban con tubos de plástico. Me dijeron que tenía que decir que estaba con Daesh, y yo asentí”.
El artículo del periódico afirma que aunque es cierto que la organización islámica terrorista recluta y adoctrina a menores, la mayoría de los entrevistados por HRW declaran no haber combatido jamás con los yihadistas.
Los tribunales kurdos les juzgaron en audiencias que duraban menos de diez minutos y normalmente en lengua kurda, que los niños árabes no entienden, y sus condenas van de seis a nueve meses de cárcel.
En cuanto a los casos tramitados por la justicia federal iraquí, ha dictado condenas de hasta quince años de cárcel, que los menores cumplen en “cárceles superpobladas, junto a adultos, lo que viola las normas internacionales”.
Según los cálculos de HRW, a finales de 2018 las autoridades iraquíes y el gobierno regional kurdo tenían detenidos a unos 1500 menores por supuesta pertenencia a Dáesh.
El tiempo quita o da la razón a quien la tenga: De qué ha servido derribar a Sadan Husein, Gadafi, Bid Landen, entre otros. Los daños colaterales, entre otros, el auge del terrorismo y el terror que transmiten a niños detenidos y ahora adiestrados para matar, para la guerra terrorista.