El valor de la literatura es innegable para conocer mundos en los que jamás hemos estado. Nos invita a viajar y a palpar realidades más o menos alejadas desde el punto de vista espacial y temporal. Por eso cuando nos acerca empeños, logros y reconocidas experiencias no tenemos más que rendirnos a su papel crucial para el progreso personal y social.
Esta reflexión la podemos asumir al cien por cien en el caso del libro «Potosí. La entrada del Virrey y Arzobispo Morcillo. 1716», de mi admirada Ivette Durán Calderón. A través de él vemos una realidad que nos encumbra a un contexto sociológico, geográfico, con personajes, con cifras, y con hechos fundamentales que nos ayudan a conocer lo sucedido hace tres siglos. Todo ello surge desde el entorno del hecho histórico que menciona el propio título de una creación que se nutre de fotos ilustrativas y muy pedagógicas.
La labor desarrollada es enorme. Se cuida, porque así se percibe, hasta el más mínimo detalle. Se nota que se ha hecho una faena de documentación que da prestancia y relevancia a los textos que tenemos entre manos, que salen de un pasado real para poder interpretar el presente, y, cuando menos, desarrollar el futuro.
La estructura del libro, y no es caer en el tópico, nos lleva a dilucidar de una manera ascendente, por las reseñas apreciadas, sobre cuanto fue este emplazamiento, de un fuerte valor en todos los sentidos para los primeros pobladores, para los españoles cuando llegaron, y para los siguientes años. La cifra de 1716 es un intenso inciso, un antes y un después en la fortaleza y la presencia eclesiástica, en la percepción ciudadana, en la concepción del Estado y en las contradicciones de éste incluso.
Además, si me lo permiten, les diré que está impecablemente escrito. Se percibe que su autora es buena conocedora del castellano tanto a nivel de vocabulario como en cuanto a gramática y sintaxis. Hay un quehacer historiográfico igualmente interesante, para que nada quede al albur de la interpretación arbitraria.
Así, se cimenta todo conocimiento y se ofrece con datos y valores del ecosistema existente, que conocemos a través de la Doctora Durán en sus características, condiciones y condicionantes. La riqueza inigualable y algunos privilegios vienen, entre otros episodios, del narrado en una obra a cuya lectura invitamos. Vale lo que entraña su denominación: un “potosí”.