“J’ai perdu mon corps» es una joya de dibujo animado realizado por el francés Jeremy Clapin que se ha alzado este año con el Gran premio al mejor largometraje en esta 58 edición de la Semana de la critica.
Siendo un primer largometraje compite así mismo para el premio Cámara de Oro, pero habrá que esperar al Palmarés oficial, para saber si es también distinguido en esa categoría que recompensa a la mejor opera prima del festival de Cannes, presentadas tanto en la selección oficial como en las secciones paralelas de la Quincena y la Semana.
Se trata de una adaptación de la novela “Happy Hand” de Guillaume Laurant, que Clapin ha transpuesto en imágenes de dibujo animado. Un relato de poderosa fuerza visual, poético y surrealista que transcurre en París, cuando Naoufel, quien trabaja como repartidor de pizzas, se enamora de Gabrielle, una chica a la que sigue al salir de su casa, hasta el taller de su abuelo.
Paralelamente, una mano cortada se escapa de un laboratorio y se desplaza por la ciudad sufriendo numerosas peripecias, como su lucha para sobrevivir al ataque de las ratas en las cloacas parisinas.
Clapin filma con brío, ambas historias se entrelazan de forma sorprendente en su tensión dramática, pues se trata en definitiva de una única historia: la de la mano derecha que Naoufel ha perdido, cortada al utilizar una sierra eléctrica en el taller del abuelo de Gabrielle.
Hermosa y poética metáfora sobre el destino y la separación o la ruptura, cuando Gabrielle le reprocha el subterfugio utilizado para acercarse a ella y el joven se ve amputado accidentalmente de su mano derecha.
Su procedimiento de diseño técnico y artístico muy realista nos hace compartir a fondo la acción y emoción de sus personajes. Una sabia mezcla de tecnología digital 2D y 3D, que combina el color y el blanco y negro, con decorados bien integrados en ese doble relato en perpetuo movimiento, sobre Naoufel y ese fragmento perdido de su cuerpo que busca desesperadamente sobrevivir.
“Los personajes son animados con imágenes de síntesis, como los decorados, añadiendo después el dibujo tradicional -explica el productor Marc de Pontavice– un procedimiento inhabitual en un largometraje que borra la frontera entre animación y la toma de vista de cada imagen, haciéndonos olvidar que se trata de un dibujo animado.”
Diplomado de la escuela de artes decorativos de París a fines de los noventa, Jeremy Clapin trabajó como ilustrador antes de realizar su primer cortometraje de animación en 2004. Es autor de varios cortos y trabajos publicitarios.
En 2008 fue galardonado con el César al mejor cortometraje de animación con “Skhizein”, o la extraña historia de un hombre que recibe el impacto de un meteorito y se encuentra de pronto desfasado a 91 centímetros de su propio cuerpo invisible.
En 2012 con su cortometraje “Palmipedarium”, o la historia de un niño en el campo, que conoce bien la vida de los patos salvajes, aborda una forma de filmar la animación que preanuncia la técnica utilizada ahora en su primer largometraje.
Dos cortometrajes excelentes de Clapin, que han precedido este su primer largometraje. “J’ai perdu mon corps” es una de esas películas que cautiva y convence por su originalidad, su fuerza visual, su ritmo, y su poesía. Aunque no he visto la totalidad de las películas proyectadas este año en la Semana de la critica, no me sorprende que el gran premio le haya sido otorgado, pues se trata en efecto de una joya de película de animación.
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