Estamos viviendo el resurgimiento del cine ante la proliferación de festivales de filmes en Estados Unidos o una nueva forma de compensar el aluvión de películas taquilleras que se estrenan en los macro-cines de las ciudades americanas.
El cine no ha muerto pero ha sufrido transformaciones y mutaciones, desde las nuevas tecnologías para filmar hasta la forma de producción y actuación. El público recibe el producto y lo consume por canales que no son siempre las salas de cine, no son canales convencionales.
Antiguamente, los festivales de cine se concentraban en categoria A, especializados en la industria, (Cannes, Venecia, Berlin), exhibición, jurados, premios, compra y venta y gran glamour. Actualmente, los festivales de cine en Estados Unidos surgen incorporándose al ritmo de la sociedad contemporánea que demanda atracciones y alternativas.
El Miami International Film Festival-MIFF, fue uno de los más antiguos de Florida. Fundado en 1983, apoyado por la Film Society de Miami, creó un puente cultural y dio a la ciudad de Miami una plataforma de interés para la industria cinematográfica. De hecho, Miami es un centro de producción de filmes tanto para el largo metraje como para la televisión y otras ciudades, como Hollywood, Dania, Fort lauderdale, siguen el camino dando garantías y servicios especiales a los cineastas que deseen filmar en sus zonas.
El bello teatro Olympia Gusman fue la sede del MIFF hasta que en octubre del 2003 pasó a ser organizado por Miami Dade College (MDC), con positiva transformación: se expandió por diversas salas y logró posesionarse del interés de cinófilos y de la industria fílmica, dando relevancia al cine latinoamericano.
Viví esos momentos, a sala llena las noches inaugurales, especialmente la noche en que fue ovacionando Juan Carlos Campanella, quien recibía el Oscar a la mejor pelicula extranjera mientras su film había sido seleccionado por el MIFF. En estos años, desfilaron grandes directores, algunos de ellos los entrevisté: Luc Besson, Pedro Almodovar, Andy García, Fernando Trueba, Eliseo Subiela, Margarette von Trotta, Win Wenders.
Vi pasar por la alfombra roja a estrellas como Antonio Banderas, Demi Moore, Geraldine Chaplin, Sylvester Stallone, Helen Hunt, Ricardo Darín, Rodrigo Santoro, Gloria Estefan, Eugenio Derbez, Shirley Mac Laine y otros actores que engalanaron el festival.
Entrevisté a varios directores del MIFF y vi las sesiones de cine con los comentarios del público, los encuentros de productores donde se llega a interesantes acuerdos y los seminarios académicos. El MIFF representa la cara del cine en el sur de la Florida y ha motivado a festivales diversos: Festival de Cine Brasilero, Cine Club Argentino que organizo desde de 14 años, Festival de cine Judio, Gay y Lesbico, Francés e Italiano, entre otros. Sin contar los festivales que se organizan en California, Texas y Nueva York.
El festival de cine es un fenómeno socio-económico y cultural, por eso, decidimos conversar con Jaie Laplante, actual director del MIFF.
Laplante, nacido en Canadá, se formó en cine y actuación. Ha sido guionista, actor y curador. Como guionista de Sugar obtuvo nominación de la Academia de Canadá de Cine y Televisión y ahora vuelca su experiencia y entusiasmo en este festival.
Adriana Bianco: Los festivales de cine tiene gran éxito en Estados Unidos, cada ciudad tiene su festival. Qué significa este fenómeno dentro de la sociedad contemporánea?
Jaie Laplante: El Festival de cine es un acontecimiento cultural y social muy importante, permite que el público tenga una experiencia directa con directores y con filmes que no siempre pueden verse en salas. Es un evento interactivo donde directores, actores y productores se enriquecen con este intercambio, porque les ofrece un marco de apreciación y un punto de encuentro con la audiencia.
Además pueden ver las películas en salas de cine, no en DVD o en celulares, sino en un teatro, a oscuras, con una gran pantalla…
AB: Reviviendo la magia del cine, sin interrupciones ni distracciones.
JL: Claro, la experiencia del cine directa, la emoción de la imágen en la pantalla, los festivales reavivan esa magia y mantienen la tradición del cine.
AB: A este aspecto socio-cultural y artístico se suma el comercial, la movilización económica de hoteles, restaurantes, transportación, turistas y ultimamente, con las sesiones de producción, la posibilidad de acuerdos para la producción de películas, especialmente para el cine latinoamericano.
JL: Ese es un aspecto que apoyamos considerablemente, somos un puente para la industria de cine en los países latinoamericanos.
AB: Hay otro aspecto: la distribución de los filmes. Sabemos que no siempre entran en los circuitos comerciales o redes de distribución. Hay una lucha en la industria por la distribución de los productos fílmicos.
JL: La industria, como todo, cambia, aparecen nuevas tecnologías y todo depende de esos nuevos enfoques. El cine es una industria muy abierta y dinámica. Hollywood es Hollywood pero han surgido muchos canales alternativos, vías de realizaciones independientes. La industria del cine es muy cambiante, hay períodos mejores, otros no tanto, pero el cine es el cine, una expresión muy fuerte y movilizadora en el mundo entero.
AB: Cuando entrevisto a los realizadores de cine me hablan del problema de la distribución…
JL: Desde la perspectiva tradicional, la distribución es difícil, pero hay tantos otros canales: DVD, Televisión, internet, HBO, hoy se puede ver cine desde un celular…
AB: Bueno, hay jóvenes que no conocen la sala de cine, lo ven desde el celular o la computadora, el público jóven esta cambiando la percepción fílmica del espacio, hay una desacralizacion del “ritual cine”…
JL: Hay un público que lo asimila así, adaptándose a lo que las nuevas tecnologías le ofrecen, pero hay otra audiencia que va al cine, que goza la experiencia de ver cine en la gran pantalla, sin cortes ni interrupciones, eso es algo muy único y excitante.
AB: ¿Cómo selecciona las películas para el festival de Miami? ¿Qué aspectos toma en cuenta de un film?
JL: Varios y me concentro bastante. Pienso en lo que puede interesar al público de Miami. La calidad es algo intrínseco en un festival, o sea, presentamos lo mejor de cada país, selecionamos lo méjor.
AB: Qué peliculas le gustan a usted?
JL: Me gusta mucho el cine y veo todo. Me gustan los filmes experimentales pero también los tradicionales. Nunca he filmado aunque conozco el proceso.
AB: El MIFF tiene una programación muy importante con respecto al cine latinoamericano.
JL: Sí, nos interesa mucho el cine latinoamericano, Miami tiene una fuerte audiencia hispana, y a mi personalmente, me gusta el cine latinoamericano, es muy creativo. Cuando joven veía cine de México, España, Argentina, tengo cierta familiaridad con el tema.
El MIFF busca un balance de las expresiones cinematográficas, es un festival abierto y variado, muy incluyente, seleccionado con criterio y esmero, también deseamos mantener el “glamour” del cine. El cine es una experiencia muy especial y tratamos de conservarla con la máxima excelencia.
Les invitamos a que vengan a sentir la vivencia del MIFF, en marzo del 2015, en el marco del clima tropical de Miami, no van a arrepentirse.
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