Nos contó cómo llegó el ser humano a la Luna. Lo hizo con un estilo propio que llenó pantallas, corazones y mentes durante décadas. Nos referimos, obviamente, a Jesús Hermida Pineda.
Nacido en Huelva (siempre presumió de ello), fue, es, el prototipo de la persona hecha a sí misma. Estudio Filosofía y Letras, así como en la antigua Escuela Oficial de Periodismo. Llevaba la profesión en la sangre.
Tanto fue así que representó a TVE en su emblemática corresponsalía de Nueva York, donde permaneció más de once años. En 1969 daría a conocer ese hito que fue el inicio de la etapa de la Conquista del Espacio.
Lo que verdaderamente conquistó Hermida fue los diversos medios en los que laboró. Cultivó todos los soportes desde su puesto de Redactor Jefe en Informaciones hasta sus numerosas incursiones en Radio, pasando por varias televisiones, en las que ocupó puestos de responsabilidad, eso sí, estando siempre al pie del cañón.
Formó una ingente escuela de comunicadores. Nombrar a unos sería dejar en el tintero a otros, pues son muchos, y no es eso, el olvidar a algunos, lo que queremos hacer: sin duda, todos fueron brillantes. Muchos de ellos siguen siendo referencias en el panorama televisivo español.
Si la televisión fue su pasión, la radio constituyó su devoción. Premio Ondas en varias oportunidades, así como Antena de Oro, igualmente en diversas ocasiones, y Premio Nacional de Televisión, fue amado por sus compañeros de profesión, que lo respetaron y admiraron, sentimientos que continuarán en el futuro pues forma parte del elenco de las leyendas del Audiovisual por méritos propios.
Ha sido todo, y todo es, y será. Eternamente nos acompañará. Fue un gigante. Con destino inequívoco a la dimensión en la que ahora se encuentra le mandamos un fuerte abrazo. Descansa.