Luis De Luis Otero [1]
Por las calles de la capital del Imperio, Nueva York, se deslizan en círculos concéntricos las vidas de un médico afamado corroído por su ludopatía, al que César Casado sitúa en el lugar exacto entre la confianza y el desmoronamiento; la de su mujer que deambula por un mundo que ya no reconoce como suyo a la que Desireé Moreno dota de conmovedora fragilidad y un inesperado tercero, paciente del doctor y encuentro casual y amante imaginado (que no imaginario) de su esposa al que Daniel Garod concede inocencia, lucidez y desesperación.
Ellos serán los tres vértices de un triángulo con final trágico cuando sus debilidades les venzan, y no sepan defenderse. José Masegosa sabe narrar con precisión el descenso a los infiernos de estos tres personajes devorados por sus miserias utilizando, con vigor narrativo, escasos elementos escénicos, una eficaz iluminación, el valioso piano de Borja Arias y una partitura brillante que transita entre la solemnidad de Stephen Sondheim y la adaptabilidad de Alan Menken.
Y es que “El ascensor”, además de un thriller emocional, es un musical valiente y riguroso. Masegosa ha asumido el riesgo de llevarlo a cabo sin caer en la parodia, en el amateurismo o en la inanidad. Su propuesta, decidida y emotiva, deleita, asombra e impresiona a partes iguales.
No estamos en Broadway, estamos en Chamberí; no es el Radio City Hall; son los teatros Luchana; la producción no se mide en dólares, se mide en talento. No hay ni un gramo de grasa en esta obra. Todo en esta función, que hace de la humildad un arma y de la modestia una virtud, es pura fibra. Merece ( y mucho) la pena comprobarlo.
Ficha técnica
- Dirección y dramaturgia: José Masegosa
Reparto: Daniel Garod, Desireé Moreno y César Casado
Arreglos musicales: José Masegosa y Borja Arias
Escenografía: Antonio Camaño y Alberto Rubio
Luces: Tirso Izuzquiza
Teatros Luchana
- Luis De Luis Otero es crítico teatral.