Juan Carlos Rubio dirige Juntos sobre la diversidad en el seno de una familia

Juntos es una obra que plantea el tema de la diversidad en el seno de una familia sin posibilidades económicas ni cultura suficientes para abordar ese tema tan candente y tan silenciado: el de un hijo con discapacidad.

Juntos-escena Juan Carlos Rubio dirige Juntos sobre la diversidad en el seno de una familia
Juntos escena

De la amalgama de caracteres y su manera de hacer frente a los problemas, surge de continuo la chispa que incendia la escena y que deriva en una situación trágica y a la vez cómica, que hace reír a la vez que obliga a pensar.

Obra profunda aunque sin aparentes pretensiones, está muy bien representada por los cuatro actores del elenco, entre los que destacan individualidades como Kiti Mánver en el papel de la madre del chico ya entrada en años, magistral Kiti, y Gorka Otxoa en el papel de hijo discapacitado que ronda la cuarentena, algo que a él le sale bordado.

Da la impresión de que ambos se lo han pasado muy bien preparando juntos sus personajes, que han reído y llorado muchas veces y he ahí la joya que dan como resultado.

Los lazos madre e hijo con toda la irracionalidad que los potencia salen retratados en la obra en todo su absurdo esplendor, así como la marginalidad a la que se ven reducidos el resto de los miembros de la familia, con un toque breve -que tal vez esté de más- al padre maltratador, completan el cuadro, que es complejo pero que dura lo justo y estrictamente necesario.

Una buena dirección está detrás de esta armazón que encaja a la perfección sin aburrir ni confundir y que no pierde nunca de vista al espectador.

Título: Juntos
Autor: Fabio Marra
Dirección: Juan Carlos Rubio.
Elenco: Kiti Manver, María Castro, Gorka Otxoa, Inés Sánchez
Productora: Txalo Producciones.
Teatro Amaya (General Martínez Campos, Madrid).
Fechas: del 30 de agosto al 27 de octubre de 2019
Fecha de la función comentada: 20 horas del 30 de agosto de 2019

Nunci de León
Doctor en Filología por la Complutense, me licencié en la Universidad de Oviedo, donde profesores como Alarcos, Clavería, Caso o Cachero me marcaron más de lo que entonces pensé. Inolvidables fueron los que antes tuve en el antiguo Instituto Femenino "Juan del Enzina" de León: siempre que cruzo la Plaza de Santo Martino me vuelven los recuerdos. Pero sobre todos ellos está Angelines Herrero, mi maestra de primaria, que se fijó en mí con devoción. Tengo buen oído para los idiomas y para la música, también para la escritura, de ahí que a veces me guíe más por el sonido que por el significado de las palabras. Mi director de tesis fue Álvaro Porto Dapena, a quien debo el sentido del orden que yo pueda tener al estructurar un texto. Escribir me cuesta y me pone en forma, en tanto que leer a los maestros me incita a afilar mi estilo. Me van los clásicos, los románticos y los barrocos. Y de la Edad Media, hasta la Inquisición.

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