Querido Julen:
Nunca sabrás pequeño cómo el pueblo español vivió contigo esos amargos días que hoy no sabemos cuantificar. La espera, la desolación, la dura realidad de verte solito en ese túnel que fue cavado para ti, nos mantenía con la ilusión de encontrarte vivo.
Y la vida se vuelve del revés cuando, en un segundo, un niño de dos años desaparece para siempre de nuestro lado por un descuido. Y desde que sucedió, todos los españoles han estado pensando en ti. Las lágrimas de la esperanza se han vertido cuando pensábamos, ilusos nosotros, que estarías con vida y han permitido unirnos como pueblo, porque la solidaridad nos sale por los poros. Y no, no ha habido suerte; han tardado trece días en sacarte esos chicos que con tanto ahínco cavaron y hoy, desolados, miran atrás all que ha sido el más duro de sus trabajos.
Una mina hecha solamente para sacar tu cuerpo sin vida y llorar amargamente porque lo han conseguido. La Brigada de Salvamento Minero Asturiana ha bajado para buscarte, la Guardia Civil, los bomberos, han estado ahí junto a tus padres porque todos queríamos verte con vida. Los vecinos han hecho caldo y otras viandas con las que han alimentado a las trescientas personas que trabajaban porque, todas, sin dejar una, siempre pensaron que vivirías.
Y no, no ha sido así, pero tu muerte, pequeño, no ha sido en vano. Entre todos los dimes, los diretes, el cambio de gobierno en Andalucía, la vida convulsa de nuestros políticos se ha visto minimizada porque estábamos todos a una. El pueblo español es de los más solidarios del mundo. Los primeros en donar sangre, los primeros en donar órganos, los primeros siempre cuando se nos pide, porque la generosidad nos rebosa como si del mejor valor se tratara, porque no hay nada que nos pare cuando se trata de dar al prójimo. Una empresa de tubos murciana ofreció equipos de rescate, protección civil, la asociación de mujeres de Totalán, todos, con su grano de arena, sacaron algo de la que te cubría porque todos nos sentimos tus padres por una vez.
Y este país que ha enmudecido al poco de comenzar el año, hoy está de luto por tu personita, que ha sido el eje de muchas cosas y el comienzo de muchas otras. Y hoy estás en el corazón de todos, pero especialmente en el de las personas que hora a hora, sin descanso, intentaron rescatarte con vida. Héroes asturianos a los que se les debe algo más que un reconocimiento, algo más que un Premio Princesa de Asturias: Sergio Tuñón, Antonio Ortega, Maudilio Suárez, Lázaro Alves Gutiérrez, José Antonio Huerta, Jesús Fernández Prado, Rubén García Ares y Adrián Villaroel. Todos los mineros que bajaron a por ti saben lo que es morir en un agujero; saben lo que es perder a un compañero en este terrible oficio tan poco reconocido que ya va a desaparecer.
A oscuras, sin apenas aire, han trabajado de sol a sol, porque la esperanza es lo último que se pierde. Nunca, una muerte ha hecho tanto por un país, nunca Julen. Ahora que ya estás con tu hermano Oliver en el cielo, jugando, lo sabrás.
Descansa en paz.