Karen Pence, esposa del vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence, es profesora en una escuela prohibida a los miembros del colectivo LGTB. Según el digital francés Slate, tanto los padres de los alumnos como el personal del centro tienen que comprometerse a no «participar, apoyar o avalar la inmoralidad sexual, la actividad homosexual o la actividad bisexual».
Karen Pence lleva doce años enseñando artes plásticas en la Imanuel Christian School, un centro de enseñanza primaria privado de Virginia. Una periodista del digital Huffington Post ha descubierto que esa escuela tine reglas muy esctrictas respecto a la homosexualidad de las familias y el personal.
En el momento de inscribir a los niños, sus padres tienen que firmar un contrato asegurando no ser homosexuales ni relacionarse con personas que lo sean; ese mismo contrato establece que el centro escolar puede rechazar la inscripción, o interrumpir la escolaridad de un alumno “si la atmósfera o el comportamiento en el hogar, las actividades de uno de los padres o tutor, o las actividades del propio alumno se oponen a la forma de vida bíblica que se enseña en la escuela”.
Igual que los padres, el personal contratado por la escuela tiene que «rechazar la homosexualidad» y dejar constancia de ello en un documento que les compromete «a esforzarse en llevar una vida moralmente pura” lo que, se especifica, significa no tener “actividad heterosexual fuera del matrimonio, actividad homosexual o lesbiana, poligamia, identidad transgénero o cualquier otra violación de los roles de hombre y mujer”.
En doce estados de EEUU, entre ellos Virginia, los patrones tienen derecho legal a discriminar a sus empleados en función de su orientación sexual. Por ello, los contratos de la Imanuel Christian School son totalmente legales y, al parecer y según testimonios de antiguos alumnos, son frecuentes en las escuelas evangélicas.
