Kung-fu Chandal sigue en el Teatro del Arte

Debido al éxito obtenido durante el mes de marzo, se prorroga a lo lardo de abril la función de la Compañía Martelache titulada Kung Fu Chandal.

cartel-kung-fu-chandal Kung-fu Chandal sigue en el Teatro del ArteMerece la pena ver esta obra teatral para gente menuda por lo divertida y dinámica que es, también por los valores educativos que enseña, pero sobre todo por el tratamiento lúdico y festivo del lenguaje que la convierte en una delicia para el público adulto.

Como sus dos protagonistas dominan el baile, es mediante esta herramienta capaz de comunicar con gentes de cualquier cultura, como se burla el maltrato de los que presumen de su poder sobre los más menudos. Pero ojo, una vez superado el mal trago, Chándal, que así se llama el joven protagonista en apuros, no dejará de prepararse y formarse por tierra, mar y aire. Es así como va a poder asumir los más arduos retos que la vida le plantea. Unos retos que narrativamente entroncan con la literatura tradicional y que, por su dificultad creciente, exigen de él una superación continua de obstáculos concatenados. Al final, en el instante supremo, allí donde la lógica y la física del adulto fallan, será la imaginación de un niño la que imponga su ley.

Los temas educativos están tan bien traídos, que no resulta evidente que nos estén enseñando algo. Sólo que el respeto a la diversidad, a la igualdad o al medio ambiente, lo ilustra Kung Fu Chandal viajando por Oriente y bailando, siempre sin salirse del escenario, que es donde Martelache está en su elemento. Uno puede viajar muy lejos sin ponerse circunspecto (o sí) ni ceremonioso (o también sí) si ante los tópicos manidos del racismo, se comunica y relaciona con otros seres sin notar diferencias  y se ríe mucho con las manifestaciones corporales más liberadoras. ¿Quién no ha deseado en su vida que un pedo le vuelva invisible para los malos?

Chándal, humillado y triste, camina por la ciudad después de sufrir los abusos de un matón en el patio de su colegio. Accidentalmente termina en un avión dirección a China, y allí comenzará una increíble aventura en la que aprenderá a superar sus miedos. El desenlace será tan elocuente que equivaldrá a unas cuantas lecciones sobre la adaptación al medio y otras teorías científicas.

Kung-Fu Chándal es así una divertidísima comedia infantil de teatro gestual llena de personajes cómicos y situaciones sorprendentes. A través de la cultura oriental y de un lenguaje visual que a veces llega a la caricatura de dibujo animado, Kung-Fu Chándal crea un universo cercano y entretenido incorporando las técnicas marciales de Oriente a los pasos del baile callejero,

Martelache Espectáculos es la compañía responsable de este gran espectáculo lleno de magia, alegría y canciones destinadas a padres y a hijos. Especialista en obras teatrales de primer nivel pensadas para los más pequeños y protagonizadas por amantes de la interpretación y responsables profesionales, Kung Fu Chandal es la tercera de una trilogía que se inició con Mamá, ¿que es el breakdance? y que siguió con Animalia je t’aime (aún en cartel en esta misma sala) hasta culminar con Kun Fu Chandal. Música, humor, y un mensaje educativo hacen de ellas una propuesta completa y entretenida para toda la familia.

  • Título: Kung Fu Chandal (comedia Infantil)
  • Compañia: Martelache
  • Director: Gerard Clua y Julián Ortega
  • Actores: Gerard Clua, Julián Ortega
  • Teatro del Arte (San Cosme y San Damián, 3
  • Fecha: Desde 8 de marzo de 2014, prorrogada a abril, todos los sábados a las 17.30
Nunci de León
Doctor en Filología por la Complutense, me licencié en la Universidad de Oviedo, donde profesores como Alarcos, Clavería, Caso o Cachero me marcaron más de lo que entonces pensé. Inolvidables fueron los que antes tuve en el antiguo Instituto Femenino "Juan del Enzina" de León: siempre que cruzo la Plaza de Santo Martino me vuelven los recuerdos. Pero sobre todos ellos está Angelines Herrero, mi maestra de primaria, que se fijó en mí con devoción. Tengo buen oído para los idiomas y para la música, también para la escritura, de ahí que a veces me guíe más por el sonido que por el significado de las palabras. Mi director de tesis fue Álvaro Porto Dapena, a quien debo el sentido del orden que yo pueda tener al estructurar un texto. Escribir me cuesta y me pone en forma, en tanto que leer a los maestros me incita a afilar mi estilo. Me van los clásicos, los románticos y los barrocos. Y de la Edad Media, hasta la Inquisición.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.