La cumbre: encuentro entre lobas

La Cumbre, obra escrita y dirigida por Fernando Sansegundo, llega al Teatro del Arte para mostrar un combate entre dos personajes históricos que nunca llegaron a encontrarse y que tanto tenían que decirse: Isabel de Inglaterra y María de Escocia.

lacumbre-teatro-del-arte La cumbre: encuentro entre lobasLas dos mujeres tienen una cita importante en La cumbre. Una cita de la que saldrá el futuro de Inglaterra y de Escocia. Ellas son las actrices Noelia Benítez y Pepa Gracia que harán sus papeles con verdadera pasión. Como dos lobas mordiéndose hasta la sangre, que es la suya, la de las dos.

Ambas descienden de Enrique VIII, ya sabemos su sangrienta historia y ellas son familia directa, la atracción-repulsión mutua hará saltar chispas cuando las dos se miren.

Seguramente se aman en secreto tanto como dicen odiarse en público, por ello van a darse una última oportunidad -he ahí La cumbre- por intentar saldar sus diferencias. Como en Sólo ante el peligro, cada una ve en la otra a su mayor enemigo y duda en entrar, ella misma. Seguramente porque se parecen tanto, se ven irreconciliables. Insaciables en sus apetitos de poder: todo o nada.

Y ése es el tema: el poder entre mujeres. Cómo lo afrontan y cómo las vemos en su disputa por lograrlo. Fernando Sansegundo ha tenido el acierto de acercárnoslas españolizándolas: Isabel se apellida Fernández, María se apellida Sánchez. Isabel Fernández de Inglaterra y María Sánchez de Escocia. Si no podemos llegar al otro, traigámoslo a nuestro terreno, así nos quedaríamos sin mitos que llevarnos a la boca.

Y por fin las podemos situar entre nosotros hoy en día y verlas como mujeres de empresa en un mundo donde las las reinas y los reyes ya no ostentan la figura del poder sino el de las finanzas. Es así como sus pesadillas se transforman en los avatares del mercado, las tormentas políticas, las presiones sindicales, el ojo implacable de la prensa y los consumidores. La lucha aquí es muy otra pero igual de sangrienta.

Sólo que una de ellas, María, está encerrada, como lo estuvo en Tordesillas Juana La Loca, su tía por vía materna.

En La cumbre, la histórica prisión donde María pasó gran parte de su vida se ha convertido en un psiquiátrico. Recluida en las salas que ella misma fundara, aguarda la visita de la única persona que puede salvarla o condenarla.

Isabel espera aún fuera sin decidirse a entrar. Sabemos que habrán de terminar por encontrarse. Lo hacen. Como si creyera firmemente que cada uno fuera dueño de su destino, María Sánchez de Escocia, «la buena», le dice a Isabel Fernández de Inglaterra, «la mala»: “No culpes a la suerte si algo te va de culo. Tu mala suerte se llama Isabel”.

Fernando Sansegundo es actor, director, maestro y dramaturgo. Ha sido nominado al Premio Max a la Mejor Adaptación Teatral 2012 por ‘La Avería’ y como actor, fue Premio de la Unión de Actores, por ‘El burlador de Sevilla’ y por ‘Las Comedias Bárbaras’. Se ha encargado de la adaptación de ‘Donde hay agravios no hay celos‘, en la que también participa como actor. Antes pudimos verle en el papel de Clotaldo en ‘La vida es sueño‘ junto a Blanca Portillo. Además de ser el autor y director de ‘Barrocamiento‘ obra que lleva más de dos años girando por toda España.

  • Texto y dirección: Fernando Sansegundo
    Reparto: Noelia Benítez, Pepa Gracia
    Iluminación: Michael Collis
    Espacio escénico y vestuario: La Catorce
    Escenografía: Juan Francisco Pozo
    Espacio sonoro: Fernando Sansegundo, Diego Cabezas
    Voz en off:: Alicia Lobo
    Fotografía y video: Diego Cabezas
    Diseño y realización de cartel: Manuel de los Galanes
    Producción: La Catorce
    Fecha 29 de mayo a las 22h (Miércoles de Junio a las 20h)
    Espacio: Teatro del Arte (Cosme y Damián, 3, Madrid
Nunci de León
Doctor en Filología por la Complutense, me licencié en la Universidad de Oviedo, donde profesores como Alarcos, Clavería, Caso o Cachero me marcaron más de lo que entonces pensé. Inolvidables fueron los que antes tuve en el antiguo Instituto Femenino "Juan del Enzina" de León: siempre que cruzo la Plaza de Santo Martino me vuelven los recuerdos. Pero sobre todos ellos está Angelines Herrero, mi maestra de primaria, que se fijó en mí con devoción. Tengo buen oído para los idiomas y para la música, también para la escritura, de ahí que a veces me guíe más por el sonido que por el significado de las palabras. Mi director de tesis fue Álvaro Porto Dapena, a quien debo el sentido del orden que yo pueda tener al estructurar un texto. Escribir me cuesta y me pone en forma, en tanto que leer a los maestros me incita a afilar mi estilo. Me van los clásicos, los románticos y los barrocos. Y de la Edad Media, hasta la Inquisición.

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