Desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca el precio del petróleo ha pasado de niveles próximos a 50 dólares barril a 80 dólares la referencia europea Brent. Trump tiene un doble objetivo: acabar con toda la política Obama de avanzar en la paz y el multilateralismo y devolver los favores al lobby petrolero, explica el analista económico y político José Carlos Díez en su informe de coyuntura semanal [1].
Y recuerda que, cuando en 1973 Israel lanzó una ofensiva militar contra varios países de la región, incluyendo Siria invadiendo los altos del Golán, el precio del petróleo pasó de 3 dólares a barril a 12 en un año porque la economía mundial era extremadamente dependiente del crudo y aquello provocó una recesión mundial. Hoy, dice, la dependencia del petróleo de la economía mundial es menor y el porcentaje de producción de los países de la OPEP ha bajado del 50 % en 1973 al 42 % el pasado año. Además, el petróleo tiene sustitutivos como el gas y las renovables y eso ayuda a explicar que los precios no se hayan triplicado.
La subida del precio del petróleo, argumenta, tiene los mismos efectos que una subida de impuestos (como la subida del IVA e IRPF que hizo Mariano Rajoy en 2012): Una parte del PIB se irá a pagar petróleo a otros países y eso significa menos renta disponible de familias y empresas, menos consumo, menos inversión y menos empleo.
Recuerda también José Carlos Díez que en el Programa de estabilidad que el Gobierno envió a Bruselas en abril de 2018 se estimaba que el petróleo estaría a 63 dólares el barril de media en 2018, y que el propio gobierno advierte que si el precio subiera a 75 dólares la creación de empleo sería 8 décimas menor. Rajoy prometió crear 500.000 empleos al año, en el programa de estabilidad estiman que se crearan 400.000 en 2018 y si el petróleo se mantiene en 75 dólares se crearían unos 300.000 empleos, 200.000 menos de los prometido.
Pero el mayor riesgo es si el petróleo en vez de a 75 dólares sigue subiendo hasta 100 dólares o por encima. Eso frenaría en seco el consumo en España con los salarios congelados. También afectaría al consumo de los países a los que exportamos y eso afectaría negativamente a la inversión empresarial y al empleo, se explica en este análisis.
Otras previsiones son que si el petróleo se mantiene próximo a 80 dólares implica menor crecimiento del PIB y del empleo en 2018. Si sigue subiendo el escenario para 2019 es más incierto aún.
En esta aportación semanal para seguir la economía española en clave social, José Carlos Díez se refiere a otra vulnerabilidad de la economía española, la elevada deuda externa, e invita a seguir con atención la crisis que se está produciendo en Argentina, porque la historia de Macri y el rescate del FMI recuerda mucho a la historia de Rajoy y el rescate español.
Y en una última pincelada política, José Carlos Díez comenta la falta de prudencia de Albert Rivera, quien por una foto con Macri en plena fuga de capitales ha elogiado su política económica y ha dicho que percibe la buena marcha de la economía argentina cuando horas después Macri pidió un rescate al FMI: «Sin duda todo un visionario» concluye.