Si ya resulta bastante deplorable el lamentable panorama que en los últimos años está ofreciendo el periodismo convencional en España, con una serie de diarios de difusión nacional que apenas difieren en su línea editorial ante determinadas cuestiones, más lo sería si aquellas publicaciones críticas e independientes que se mantienen en pie no tuvieran el respaldo que merecen cuando lo necesitan.
Este es el caso de la revista asturiana de información y pensamiento Atlántica XXII que desde hace ocho años sustenta, con una periodicidad bimestral que muchos de los que la seguimos desearíamos al menos mensual, el mejor periodismo que se está haciendo ahora mismo no sólo en Asturias sino en toda España. Así lo avala la fidelidad de sus lectores y suscriptores, así como la opinión de aquellos profesionales cualificados que no dejan de sorprenderse a cada número con la variedad, calidad y rigor informativo de esta revista.
La publicación se enfrenta ahora, sin embargo, a una adversidad económica, como consecuencia precisamente de la independencia de criterio y sentido crítico que la caracteriza.
Atlántica XXII necesita con urgencia obtener entre 8000 y 10000 euros para recurrir ante el Tribunal Supremo por el llamado Caso Donaire. Ahora mismo la revista debe asumir el pago de 6000 euros más intereses de demora por la aceptación parcial del recurso del exsindicalista de UGT Eduardo Donaire por parte de la Audiencia Provincial de Asturias, la misma condena que sufrió el exsindicalista de la CSI Cándido González Carnero, quien también recurrió al Supremo. En el caso de ATLÁNTICA XXII los condenados son los periodistas Fernando Romero y Xuan Cándano (director) y la empresa editora, Letras Atlánticas. Aunque ambas sanciones quedan en suspenso hasta conocer la decisión del Supremo.
ATLÁNTICA XXII considera la sentencia de la Audiencia, que rectifica parcialmente otra del Juzgado de Instrucción Número 2 de Oviedo, injusta y contraria a los derechos de expresión e información (véase el número 46). Y, aunque confía en una sentencia favorable en el Supremo, se ve obligado a hacer una reserva de unos 8.000 euros a la espera del fallo del alto tribunal.
Los otros 2000 euros corresponden a los gastos judiciales. Ya con anterioridad, Atlántica XXII tuvo que asumir otros cuantiosos gastos judiciales porque UGT lleva interpuestas contra la revista cinco denuncias diferentes. Tres de ellas no fueron ratificadas, pero se celebraron actos de conciliación sin acuerdo que supusieron los correspondientes gastos de tasas judiciales, abogado y procuradora. El sindicato socialista también denunció a otros dos periodistas, Gregorio Morán y José Ramón Patterson, por textos sobre este conflicto. Las denuncias no prosperaron. Tampoco la primera de todas, contra Xuan Cándano.
Este acoso judicial pone en peligro la propia continuidad de la publicación, a pesar de la estabilidad económica conseguida en los últimos ejercicios. La campaña ya en marcha en su primera fase supone ingresos directos en las dos cuentas bancarias de la revista (Caja Rural de Asturias: ES49 3059 0001 10 2477393223 – Liberbank: ES47 2048 0122 18 3404000289). Ya está en marcha una segunda fase a partir del 15 de octubre, consistente en un crowdfunding.
Quienes tengan dudas a la hora de dar su apoyo, echen un vistazo a la revista y se convencerán de la necesidad de mantenerla en pie.