Según los datos que ofrece el estudio «A stochastic dynamical social model involving a human happiness index». Journal of Computational and Applied Mathematics», realizado por científicos de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y de la Universidad de Valencia (UV) basado en variables cuatitativas referentes al modelo y a la dinámica social que determina la felicidad de las personas, extraídas de diferentes bases de datos oficiales, justifica que los españoles no son del todo felices.
Los informes de desarrollo humano de la ONU, el banco mundial de Datos, Eurostat así como la conclusión de todos ellos que se dan en el informe HAIN (Happiness Index), determina que bajo las cinco dimensiones de desarrollo, libertad, solidaridad, justicia y paz, la proyección de los españoles se situaría aproximadamente en 0.72 sobre 1, con una ligera tendencia a la baja para los años venideros.
Según dicho informe los españoles creen que para lograr la felicidad necesitarían invertir más en educación, investigación y sobre todo en desarrollo. Asimismo destacan que es importante valorar la migración, las exportaciones e importaciones de bienes y servicios y sobre todas las cosas, la educación.
La valoración para obtener el índice de felicidad, se ha obtenido hallando la media geométrica de los datos citados y supone la inclusión de diversos núcleos de población española, a los que hay que añadir la renta per cápita, la esperanza de vida, el índice de alfabetización, entre otros.
Por ello, para comprobar la felicidad en términos generales de los españoles, los investigadores calibraron el modelo entre dos períodos, 2004 y 2009 frente a 2010-2016 y con ello han realizado el análisis predictivo de la felicidad en España para el período 2017-2030. Dentro de este escenario económico que incluye, expansión, recesión y tendencia del pasado, así como estrategias de inversión pública en educación, I+D+I además de seguridad, vemos que para incrementar la felicidad de los españoles, los políticos deberían invertir más en educación, investigación y desarrollo según la estadística.
El índice de satisfacción de vida global de la ONU, manifiesta que debido a la crisis que permanece en el país, el paro, el envejecimiento de la población y la falta de recursos, la percepción para los próximos cinco años no es muy halagüeña si nos comparamos con nuestros vecinos europeos. En 2013, por ejemplo, España era el tercer país más feliz de Europa, y actualmente ocupa el sexto lugar.
Para los investigadores sería necesario que se incluyeran otras variables sociales y económicas que dieran datos más exactos de forma que se pudieran encontrar estrategias adaptadas a los problemas específicos que padecen los españoles, y que los mandatarios adecuaran las mismas para mantener o sostener la felicidad arrebatada por la crisis, la pobreza energética, los problemas de la infancia, la dependencia, las lista de espera de la sanidad española y los problemas que genera la falta de empleo entre jóvenes y mayores de 45 años.