La Federación Internacional de Periodistas (FIP-IFJ) ha condenado la vigilancia ilegal llevada a cabo por el servicio de inteligencia MI5 en Irlanda del Norte, tras admitir que obtuvo datos de comunicaciones del teléfono móvil del excorresponsal de asuntos domésticos de la BBC Vincent Kearney en 2006 y 2009.

Este reconocimiento se produjo ante el Tribunal de Poderes de Investigación (Investigatory Powers Tribunal, IPT), lo que suscitó alarma entre periodistas, sindicatos y organizaciones defensoras de la libertad de prensa por el quebrantamiento del derecho a las fuentes.
El reconocimiento oficial del MI5 reproduce prácticas que infringen los principios fundamentales de la protección del periodismo en democracias: el respeto al secreto profesional, la confidencialidad de las fuentes y la separación entre seguridad nacional y vigilancia de actividad informativa.
Para la FIP-IFJ, «esta intrusión directa en las comunicaciones de periodistas constituye una flagrante violación del derecho fundamental a proteger las fuentes periodísticas, piedra angular de la libertad de prensa y la democracia».
Vincent Kearney fue objeto de las obtenciones de datos en dos ocasiones, en 2006 y 2009, cuando trabajaba como corresponsal de Asuntos Internos para la BBC en Irlanda del Norte. Hasta ahora, el MI5 no había admitido públicamente interferencias ilegales en comunicaciones de periodistas.
Además del perjuicio individual, la FIP-IFJ advierte que este caso puede ser indicativo de un patrón más amplio: «estas revelaciones son de grave preocupación y forman parte de un patrón profundamente inquietante de vigilancia de autoridades sobre periodistas».
Séamus Dooley, secretario general adjunto del National Union of Journalists (NUJ), hace hincapié en que estas prácticas deben investigarse y no quedar impunes.



