La Federación Internacional de Periodistas (FIP) advierte este 19 de octubre 2023 que estar bien informado redunda en interés de los ciudadanos y ese derecho se vulnera con información no verificada, vídeos e imágenes de redes sociales sin fuentes que se suceden sobre la guerra entre Hamás e Israel, que es también una guerra de comunicaciones, por lo que recuerda que los principios profesionales de los periodistas deben ser absolutamente respetados.
La FIP señala que dos semanas después del inicio de la guerra entre Hamás e Israel, la guerra de las comunicaciones ha llegado a su clímax, y cada bando defiende «su» verdad. Al tener prohibido trabajar en la Franja de Gaza, una prisión al aire libre para civiles palestinos, muchos periodistas extranjeros utilizan con demasiada frecuencia fuentes secundarias o fuentes «oficiales» de cada lado, sin poder verificar su veracidad, en perjuicio del ciudadano, uno de cuyos derechos fundamentales es «estar bien informado».
Agrega la FIP que confundiendo rapidez con prisa, muchos medios de comunicación han publicado informaciones e imágenes falsas, descontextualizadas, no verificadas y presentadas como fiables.
Esto llevó a las redacciones a presentar disculpas oficiales, como la BBC por las manifestaciones propalestinas en el Reino Unido o la CNN, que afirmó en particular que bebés israelíes habían sido decapitados en el sur de Israel, provocando con razón reacciones de indignación en todo el mundo.
La FIP recuerda que la Carta Global de Ética para Periodistas de la FIP, que ahora se exige en todas las redacciones, recuerda en su artículo cinco que «la noción de urgencia o inmediatez en la difusión de información no prevalecerá ni en la verificación de los hechos, fuentes [ …]».
Asimismo, además de verificar sus fuentes, la FIP llama a las redacciones de todo el mundo a «respetar la dignidad de las personas citadas y/o representadas» (artículo ocho) absteniéndose de publicar imágenes impactantes, a menudo ampliamente compartidas en las redes sociales. La Carta Mundial de Ética también reafirma en su artículo nueve que «el periodista velará por que la difusión de una información o de una opinión no contribuya a alimentar el odio o los prejuicios».
Hoy en Gaza, sólo los periodistas palestinos locales, la gran mayoría de los cuales son miembros del Sindicato de Periodistas Palestinos, el afiliado de la FIP, pueden proporcionar información a los medios extranjeros. Corresponde entonces a estos colegas analizar las imágenes y los vídeos, verificar la información de varias fuentes para informar a sus audiencias.
El secretario general de la FIP, Anthony Bellanger, señala al respecto que «nuestros principios profesionales, detallados en la Carta Mundial de Ética de la FIP, sustentan la misión del periodismo. La responsabilidad del periodista hacia el público tiene prioridad sobre todas las demás responsabilidades, en particular hacia sus empleadores y las autoridades públicas. Hago una llamada a los periodistas de todo el mundo a no caer en las trampas que dictan las redes sociales, donde decir cuenta más que lo que dices, escribir cuenta más que lo que escribes, mostrar cuenta más que lo que mostramos. Respetar los hechos y el derecho del público a conocerlos constituye el deber primordial del periodista. Durante este momento difícil, la FIP, miembro asociado de la Unesco, reafirma su solidaridad con su afiliado palestino y su apoyo a todos los periodistas. Dondequiera que estén».
Paradójicamente vivimos en una era de desinformación y noticias falsas.