María Ángeles Samperio¹
Los tiempos difíciles que está viviendo el mundo debido a la pandemia causada por la COVID-19 han impactado profundamente en los periodistas. Desde Nigeria a Indonesia, desde España a Perú, han tenido que cambiar la forma de hacer su trabajo. Han cambiado sus salas de redacción por sus propios hogares y, en muchos casos, han tenido que salir a la calle para obtener las noticias con un mínimo de protección.
¿Pero qué ha pasado con las mujeres periodistas? En el Consejo de Género de la Federación Internacional de Periodistas (FIP) queríamos saber cómo están y los datos de la encuesta que hemos publicamos confirman lo que ya sospechábamos: el estrés de tener que trabajar desde casa ha aumentado y esto también ha afectado a su salud.
La conciliación de la vida privada y profesional, la pérdida de responsabilidades y salarios y el cambio de los temas a tratar se han identificado como las principales fuentes de desigualdades en el periodismo, siendo la única buena noticia que los casos de acoso no han aumentado desde el inicio del brote de la COVID-19.
Uno de los efectos más perjudiciales de la pandemia es que las mujeres periodistas no se han sentido cercanas a sus sindicatos y organizaciones, y la mayoría afirma que sus sindicatos no han abordado la igualdad de género en sus estrategias de COVID-19.
Estas conclusiones deben animar a los sindicatos de periodistas y a su organización paraguas, la FIP, a reforzar sus estrategias de género y, por lo tanto, a incrementar las acciones para evitar una situación en la que las mujeres periodistas se sientan desamparadas..
En las últimas semanas he asistido a diferentes seminarios virtuales donde mujeres líderes de diversos sectores han destacado este sentimiento de mayor impotencia en este momento de la pandemia. Sin embargo, han reiterado su decisión de seguir luchando por la igualdad y han pedido a todas las organizaciones mundiales que no abandonen las estrategias de género.
Me preocupa que esta crisis sanitaria, que tiene un fuerte impacto en la economía, esté reduciendo los avances en la igualdad entre hombres y mujeres en el trabajo y en la sociedad. En el caso de los periodistas, es especialmente relevante porque también puede influir en la demanda de que se visualice a las mujeres en los medios de comunicación, donde todavía se ven reflejadas más como víctimas que como líderes de las diferentes esferas sociales.
No podemos dar un paso atrás en la estrategia de género. A pesar del reto que supone esta crisis en los ámbitos económico y social, la lucha por la igualdad debe formar parte del día a día de las organizaciones de periodistas. No sólo debe ser una tarea para las mujeres, sino también para los hombres.
Como profesionales de los medios de comunicación, tenemos la responsabilidad de decir la verdad sobre nuestras sociedades y de presentarla de la manera más imparcial, pero esto sólo puede suceder si comprendemos los retos que supone tratar a mujeres y hombres por igual.
La estrategia de género es asunto de todos y debe estar presente en las salas de redacción, en la relación con las fuentes de información, entre los colegas y, por supuesto, en las redes sociales. La encuesta de hoy nos anima a continuar en esta batalla que estoy seguro que podemos ganar siempre y cuando todos nos impliquemos.
- María Angeles Samperio es presidenta del Consejo de Género de la Federación Internacional de Periodistas (FIP)