La relatoría sobre los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex (LGBTI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) entró en funciones el día 1 de febrero pasado.
La relatoría dará continuidad a las principales líneas de trabajo de la Unidad LGBTI —creada en noviembre de 2011— ocupándose de temas de orientación sexual, identidad y expresión de género y diversidad corporal.
Asimismo, el 31 de enero de 2014, la CIDH distribuyó las relatorías temáticas y de país, designando a la Comisionada Tracy Robinson como la primera relatora sobre los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex.
La significativa decisión de establecer esta relatoría refleja el compromiso de la Comisión por fortalecer y reforzar su labor en la protección, promoción y monitoreo de los derechos humanos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, señala la CIDH en un comunicado.
El desarrollo de un enfoque específico sobre los derechos de las personas LGBTI en el contexto de la Organización de los Estados Americanos (OEA) ha sido el resultado del trabajo de varios años de las organizaciones de la sociedad civil ante los órganos políticos de la OEA. El logro más destacable en su labor de cabildeo tuvo lugar en 2008 cuando la Asamblea General de la OEA adoptó una resolución histórica en materia de derechos humanos, orientación sexual e identidad de género.
Dicha resolución fue seguida por otras cinco resoluciones, en los años consecutivos, en las que los Estados Miembros de la OEA gradualmente acordaron en temas clave como la necesidad de prevenir e investigar delitos contra las personas LGBTI y que los responsables enfrenten las consecuencias ante la justicia, la necesidad de proteger a los defensores de personas LGBTI, la necesidad de garantizar a las personas LGBTI el acceso a la justicia en igualdad de condiciones, la necesidad de adoptar políticas públicas para combatir la discriminación con base en la orientación sexual y la identidad de género, la necesidad de garantizar el acceso a la participación política, así como evitar las injerencias en la vida privada de las personas LGBTI y la necesidad de proteger a las personas intersex respecto de prácticas médicas que puedan violar sus derechos humanos, entre otros.
En 2011, la Asamblea General de la OEA solicitó a la CIDH que prestara particular atención a su plan de trabajo para los derechos de las personas LGBTI y que preparara un estudio hemisférico en la materia. Por su parte, la Comisión venía tomando cada vez mayor conocimiento, a través de sus diferentes mecanismos, de la amplitud y diversidad de los problemas de derechos humanos que enfrentan las personas LGBTI en toda la región.
En respuesta a ello, en noviembre de 2011, la CIDH decidió crear la Unidad para los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex. En sus dos años de existencia, la Unidad focalizó sus esfuerzos en cuatro líneas de trabajo: (i) la preparación de informes temáticos, regionales o de país sobre la situación de las personas LGBTI en las Américas; (ii) el desarrollo de normas sobre la interpretación de los instrumentos interamericanos sobre derechos humanos en áreas tales como la orientación sexual, la identidad y expresión de género, así como la diversidad corporal, mediante el sistema de peticiones y casos individuales; (iii) la asesoría técnica a Estados y órganos políticos de la Organización de los Estados Americanos, y (iv) el monitoreo de la situación de los derechos humanos de las personas LGBTI y la visibilización de las violaciones a sus derechos humanos.
En noviembre de 2013, en un nuevo esfuerzo para dar atención especializada a los trabajos de la Comisión sobre la promoción y protección de los derechos de las personas LGBTI en las Américas, la CIDH decidió crear una relatoría sobre los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex.
Entre las muchas tareas y responsabilidades traspasadas por la Unidad, la flamante relatoría tiene el compromiso de publicar y difundir el informe regional sobre violencia e impunidad contra personas LGBTI en las Américas, la primera instancia de un estudio hemisférico más amplio sobre los derechos de las personas LGBTI.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.