La última denuncia de Marruecos ante Naciones Unidas por supuestas violaciones del alto el fuego en el Sahara controlado por la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) ha sido negada por la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (Minurso), que estuvo presente en los supuestos incidentes y «no observó nada que supusiese una violación bajo los términos de los acuerdos aplicables», informó el portavoz Stéphane Dujarric.
Dujarric recordó que la Minurso tiene unos procedimientos establecidos para observar este tipo de situaciones y que, cuando identifica violaciones, las comparte inmediatamente con las partes para que respondan y las notifica al Consejo de Seguridad de la ONU.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tiene previsto abordar la cuestión del Sáhara Occidental en una reunión a puerta cerrada el 29 de enero de 2019.
Conviene recordar la lista de violaciones del Acuerdo Militar Número 1 (firmado entre los beligerantes, Marruecos y Polisario, en 1991 como parte del alto el fuego), firmado y registrado durante los últimos diez años por Minurso y que ahora ha denunciado Marruecos.
Baste repasar los datos para conocer quién es realmente la parte que viola más dicho acuerdo.
Según las estadísticas de Minurso hasta julio de 2018 compiladas a partir de los informes anuales que la misión envía al secretario general de la ONU, Marruecos acumula más violaciones con 254 “nuevas violaciones” (es decir, movimientos de tropas no notificados anteriormente) y 76 “violaciones persistentes” (esta última relacionada con hechos y acciones duraderos, como la construcción de casamatas, o infraestructura de terraplenes, etc.), haciendo un total de 330.
Mientras tanto, el Frente Polisario, ha contravenido 76 “nuevas violaciones” y 25 “violaciones persistentes”, un total de 101.
A estos datos habría que añadir la expulsión, en marzo de 2016, de 73 empleados civiles de la Minurso que protagonizó Marruecos, tras la visita del entonces secretario general de la ONU, Ban Ki Moon a los campamentos de Tinduf y a la zona del Sahara controlada por el Polisario donde utilizó el término “ocupación”.
Minas terrestres
Por otra parte, el Frente Polisario anunció la destrucción del último arsenal de minas terrestres a la representación de Naciones Unidas, destacando la voluntad de limpiar la zona en la parte que controla la RASD.
El muro del Sahara es una de las zonas del mundo con mayor número de minas, se calcula que unos siete millones, sus efectos han producido daños a más de 300 personas, que han muerto o resultado heridas, la gran mayoría nómadas saharauis, además de miles de animales, en especial camellos, desde la firma del alto al fuego en 1991.
Cada año se producen entre veinte y treinta nuevas víctimas, los últimos incidentes fueron en diciembre de 2018 con el resultado de un muerto y varios heridos graves.
Mientras Argelia, el país vecino de Marruecos, anunció ya en 2017 que su país se encuentra libre de minas, cumpliendo así la Convención de Ottawa sobre la prohibición del uso y almacenamiento de minas antipersona y bombas de racimo. Es el segundo país norteafricano libre de minas antipersonas.
Estudiante saharaui asesinado
Finalmente, respecto a la situación de los estudiantes saharauis en Marruecos se ha hecho pública la muerte de Issam Lusfi de veintisiete años en Tánger tras un ataque a estudiantes saharauis el pasado diciembre en la zona cercana al distrito de Boukhalef.
Tras ser golpeado en la cabeza, en los siguientes días se encontraba mal, fue al hospital Mohamed V de Tánger donde después de un largo período de demora y falta de atención del personal médico fue ingresado en cuidados intensivos con un diagnóstico médico de hemorragia interna en el cerebro, falleciendo en los días posteriores.
Los estudiantes saharauis en Marruecos tras calificarlo de «asesinato político» informaron que Lusfi, nacido en la ciudad marroquí de Assa, cercana al Sahara, defendía los postulados del Frente Polisario y la autodeterminación del territorio saharaui. Estudió Derecho en Marraquech y era master en Derecho Constitucional y Ciencias Políticas por la Universidad de Agadir.
El movimiento de estudiantes saharauis cifra en cinco los estudiantes saharauis asesinados en campus marroquíes desde 2008, solicitando solidaridad internacional. «No es importante que una persona muera antes de lograr su noble idea. Pero es importante encontrarse a sí mismo como una idea noble antes de morir» señalan.