Por primera vez en su historia, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitió una disculpa formal por el papel que desempeñó en el brote de cólera que sufrió Haití en 2012, y anunció nuevas medidas para ayudar a afrontar la crisis de salud pública que se generó, informa Tharanga Yakupitiyage[1] (IPS) desde Naciones Unidas.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se refirió al asunto en un emotivo discurso frente a los delegados de la Asamblea General para expresar su profundo arepentimiento por el dolor y las muertes causadas por la epidemia de cólera.
«En nombre de la ONU quiero pedir disculpas al pueblo haitiano. Sencillamente, no hicimos lo suficiente en lo que respecta al brote de cólera y a su propagación en Haití. Estamos profundamente arrepentidos por nuestro papel», declaró Ban el jueves 1 de diciembre de 2016.
El secretario general pidió disculpas primero en creol, que fue transmitido por la televisión en Haití, y luego repitió en francés e inglés.
El brote de cólera, que apareció por primera vez tras el terremoto de 2012, dejó más de 10 000 personas muertas y unas 800 000 infectadas hasta la fecha, uno de cada 12 haitianos.
Numerosas investigaciones, entre ellas una del Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos, relacionó los primeros casos de cólera con la llegada de soldados de Nepal para integrar el cuerpo de mantenimiento de la paz.
Un mes antes de abandonar el cargo, Ban dijo que el caso dejó una «mancha» en la reputación del cuerpo de mantenimiento de la paz.
La ONU reconoció por primera vez su responsabilidad en la crisis de cólera en agosto, cuando el portavoz del foro mundial Farhan Haq declaró que la organización se había «convencido de que debía hacer mucho más en relación con su propia participación en el brote inicial».
Desir Jean-Clair, de la organización Boucan Care, quien sobrevivió al cólera, pero perdió a su madre por la enfermedad, consideró las disculpas como una «victoria».
«Mandamos miles de cartas y salimos a la calle para lograr esta victoria, que ellos dijeran que eran responsables», relató al Instituto para la Justicia y la Democracia en Haití. «Lo dijeron y se lo agradecemos. Pero no puede terminar ahí porque todavía hay cólera en todo el país», acotó.
El senador estadounidense Edward Markey, quien había reclamado las disculpas de la ONU, dijo que estaba en el debe y que era un «importante primer paso hacia la justicia» para los haitianos.
«El pueblo de Hatí hace tiempo que se merece más que solo el reconocimiento por el dolor y el sufrimiento que han sufrido, en gran parte, por la negligencia de la ONU», observó el senador del Partido Demócrata que integra el subcomité sobre Política de Salud Global y África.
Si bien representa un cambio después de más de seis años de negar su participación o su responsabilidad, las disculpas de la ONU se quedan en reconocer su involucramiento en la introducción del cólera en Haití.
«Ahora reconocemos que tuvimos un papel en esto, pero llegar al punto de asumir la total responsabilidad de todo es un paso que no podemos asumir», declaró el subsecretario general para Asuntos Humanitarios, Jan Eliasson.
«Tenemos que seguir con este trabajo. Podrán haber más errores trágicos en el futuro, pero tenemos que mantener la perspectiva de largo plazo», precisó.
La petición de disculpas se produce después de que un tribunal de apelaciones de Estados Unidos confirmara en agosto la inmunidad de la ONU en la demanda que le hicieron miles de víctimas del cólera.
Eliasson señaló que la decisión del tribunal ayudó a proteger las operaciones humanitarias y de mantenimiento de la paz de la ONU. Fue un punto de partida para las disculpas y una hoja de ruta, opinó el alto funcionario.
«Esa es la razón por la que ahora podemos avanzar y adoptar esta posición de aceptar la responsabilidad moral y llegar al punto de expresar las disculpas (…) es nuestra forma de dar un mensaje de apoyo», apuntó.
Pero las palabras solo pueden llegar hasta ahí, coincidieron Eliasson y Ban Ki-moon: «Por el bien del pueblo haitiano, pero también por el bien de la ONU, tenemos la responsabilidad moral de actuar y tenemos la responsabilidad colectiva de cumplir», declaró Ban.
El secretario general detalló en un informe un enfoque de atención de dos vías para reducir y terminar con la transmisión del cólera, sumado a un plan de desarrollo a largo plazo de los servicios de agua, saneamiento y salud del país, cuyas falencias facilitan la propagación de la enfermedad.
Ya está en marcha la primera parte de la propuesta, que incluye el despliegue de equipos de respuesta rápida y programas de vacunación, pero la segunda parte todavía está por definirse en función del resultado de las consultas.
Para la segunda parte de la propuesta, Ban propuso trabajar directamente con la población haitiana más afectada. Las reparaciones individuales podrían ser un elemento a considerar, aunque mencionó las dificultades de implementar un programa de ese tipo, que tendría que incluir la identificación de las personas fallecidas, así como el ofrecimiento de un monto fijo significativo por muerte causada por el cólera.
La organización solicitó un total de 400 millones de dólares para el programa para dos años, e implementó un sistema de aporte voluntario para ambas vías. Hasta ahora se recibieron unos 150 millones de dólares.
Para que la ONU pueda concretar su ambicioso programa, es necesario que los estados miembro hagan contribuciones voluntarias: «La acción de la ONU requiere de la acción de sus miembros. Sin vuestra voluntad política y apoyo económico, solo tenemos buenas intenciones y palabras», observó Ban.
«Con su historia de sufrimiento y grandes dificultades, el pueblo de Haití merece esta expresión tangible de nuestra solidaridad», concluyó.
- Traducido por Verónica Firme
- Publicado inicialmente en IPS Noticias