«La puerta del suicidio es la depresión», con estas palabras el Dr. Miquel Roca, presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, ha alertado esta semana a la comunidad médica en la presentación de un tratamiento innovador, la vortioxetina; molécula que ha dado lugar a un nuevo antidepresivo más eficaz porque se tolera mejor, mejora la capacidad cognitiva y preserva el deseo sexual; características fundamentales para lograr la adherencia al tratamiento.
Este concepto, «adherencia al tratamiento» es lo que hace que personas con depresión y algunos pacientes con otras patologías mentales no tengan a la hora de continuar con su diagnóstico. El abandono de la medicación y la autosugestión de su cura, hace que pacientes con riesgo alto de suicidio, no estén tratados aun siendo menores de edad.
«Se bañaliza socialmente qué significa tener una depresión, y es una enfermedad grave, prevalente, que presenta síntomas cognitivos y recaídas frecuentes, entre las cuales, está el suicidio. Respecto a este dato, existe, un silencio pernicioso y no se puede olvidar, o no deberíamos hacerlo, que es la primera causa de muerte externa, muy por encima de los accidentes de tráfico.
Casi la mitad de los pacientes no reciben el tratamiento adecuado. Si habláramos de cáncer, nos llevaríamos las manos a la cabeza, pero un enfermo que está a las puertas del suicidio, previamente, está diagnosticado con una depresión aunque no esté tratado adecuadamente» citó el doctor Roca.
Un 5 % de los menores que acaban con su vida están en tratamiento por depresión. El resto, viven como los demás sin un diagnóstico ni una evaluación correcta. Se asocian problemas relativos al crecimiento, a la adolescencia, a la «edad del pavo» y nunca se piensa entre los familiares, la posibilidad de que esté enfermo; que sea un enfermo mental que necesita ayuda inmediata porque no puede manejar sus emociones, su dolor y lo que supone vivir con los problemas que en ese momento tenga.
La parte psíquica se ve alterada y las conductas también. Cuando existen alteraciones en el trato, en el comportamiento, existe soledad, desamparo, drogas, alcohol y otras prácticas que no le corresponden al menor, siempre detrás, existe un problema que no siempre es visible y además, que no está diagnosticado por el especialista.
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