«Si no se hace nada, la sexta extinción (de especies) continuará» : esto es esencialmente lo que viene a decir el último informe de la IPBES (Plataforma Intergubernamental sobre la biodiversidad y los servicios ecosistémicos), en un documento surgido de su reunión anual celebrada a finales de marzo de 2018 , que el periodista Xavier Demeersman comenta en el digital Futura Science.
El término de «sexta extinción» ha sido objeto de un encendido debate científico pero, en junio de 2016, “un estudio cuantitativo vino a demostrar que el índice anual actual de extinción de especies es, en efecto, superior al ordinario”.
Y, más recientemente, tres especialistas –Gerardo Ceballos, de la Universidad Nacional Autónoma de México, y sus colegas de la Universidad de Stanford Paul Ehrlich y Rodolfo Dirzob– han estudiado la evolución del tamaño en poblaciones de más de 30 000 vertebrados. “Conclusión: el 32 % están disminuyendo”. Para los investigadores, “se subestima la amplitud real de la extinción masiva que afecta a la fauna: es catastrófica”.
“Constatamos que el índice de pérdida de población de los vertebrados terrestres es extremadamente elevado”: los tres investigadores hacen saltar la alarma en el estudio que han publicado en los Proceedings of The National Academy of Sciences. Para ellos, que llevan mucho tiempo trabajando en la hipótesis de una sexta crisis de extinción sobre la tierra, se trata de un auténtico “aniquilamiento biológico” (biological annihilation).
Ya en 2015, Ceballos y Ehrlich habían estimado que las desapariciones de especies se habían multiplicado por 100 desde comienzos del siglo XX, tras el estudio de 27 600 especies de vertebrados terrestres conocidos: mamíferos, aves, reptiles y anfibios; y constataron que el 32 % de las especies (exactamente 8851, un tercio) están disminuyendo. En una muestra de 177 mamíferos, de las que poseen todos los datos necesarios, la conclusión es que todos han perdido al menos el 30 % de su territorio y casi la mitad han sufrido una grave disminución de población; y, como recuerdan, “la desaparición de las poblaciones es el preludio de la desaparición de las especies”.
Entre los ejemplos, los leopardos que hoy son solo 7000 frente a los 100 000 que había en 1900; los leones, hoy 35 000, que hace 25 años eran un 43 % más numerosos; los orangutanes que se encuentran en “peligro crítico”, la última etapa antes de la extinción… Un estudio publicado en Scientific Reports asegura que, en Borneo, la población ha disminuido un 25 % en tan solo diez años. En 1973 era de 288 500 individuos y se calcula que en 2025 habrá 47 000 (cada año matan a 2500 orangutanes entre cazadores y furtivos).
Según los autores del estudio, el problema afecta a todas las regiones del mundo, aunque es en los trópicos –América central y del Sur, Indonesia y el Sudeste Asiático- donde se da el mayor impacto, debido a que es allí donde existe mayor diversidad.
Deforestación, agricultura, carreteras, urbanización, explotaciones mineras y petroleras, son las principales amenazas para los ecosistemas. El hombre ha ido degradando, o robando el territorio de los animales. Otras causas de esta sexta extinción masiva de las especies son la caza furtiva, el exceso de pesca, la contaminación de las aguas, los suelos y el aire, las especies invasivas, el cambio climático y “la superpoblación humana, a causa de un crecimiento continuo y un exceso de consumismo”: “la erosión de las especies provoca graves consecuencias en cascada sobre el conjunto del ecosistema, así como impactos económicos y sociales para la humanidad”.
Como resumen, los investigadores recuerdan que, en un siglo, ya se han extinguido 200 especies de vertebrados, lo que representa “una media de cerca de dos especies por año”.