Desde que la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI) fue creada en 2018 bajo el lema «las periodistas paramos», en donde se inscribieron más de 8000 mujeres que firmaron un manifiesto para el #8M, el movimiento no ha parado de reivindicar sus derechos.
Fue entonces cuando se puso en marcha el Primer Observatorio contra el acoso online a las mujeres periodistas, que además fue impulsado en el I Congreso sobre Feminismo y Medios de Comunicación e Igualdad, así como en el informe OnTheLine que procuró el Instituto Internacional de Prensa (IPI) para lograr objetivos y protocolos dirigidos a los medios con el fin de proteger a las mujeres tanto a nivel emocional como laboral.
Actualmente ha tenido lugar una investigación llevada a cabo por la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI), elaborada junto con Ideara, una empresa del sector demoscópico, da cuenta de las jornadas y condiciones sociolaborales a las que se enfrentan las mujeres periodistas, tanto por el contrato de trabajo, como por la brecha salarial, la situación de discriminación global, y por el acoso laboral permanente que sufren.
La encuesta, que ha involucrado a cuatrocientas profesionales, (combinando métodos cualitativos y cuantitativos) analiza, mediante entrevistas en profundidad y grupos de discusión, estos aspectos que no parecen avanzar en materia de igualdad en esta profesión. Dos de cada tres mujeres periodistas, es decir, el 67 % de ellas, no ve posible conseguir un ascenso, y casi el total de las encuestadas, el 88,2 %, lo atribuye a razones estructurales relacionadas con las redes de relaciones masculinas, que están casi siempre condicionadas por la esfera privada. La percepción de tan solo un 7,7 % de las participantes estima que tienen las mismas oportunidades que sus compañeros varones y el 3,8 % cree que, tal vez, pudieran tener alguna posibilidad de ascender en su trabajo.
Entre otras cuestiones, las mujeres periodistas se ven en el campo de la autoexigencia, situación que no perciben en sus compañeros varones, además de los datos referidos a la maternidad, que impide, en muchos casos, continuar con una carrera profesional en igualdad de condiciones. Tan solo el 4,3 % de las mujeres encuestadas, pueden tener responsabilidad sobre equipos y, casi todas, se siente permanentemente relegadas o perciben que son inferiores al hombre a la hora de estar en el mismo puesto de trabajo.
En materia de desigualdad salarial, el 66,5 % de las periodistas consideran que están mal pagadas y, en la misma proporción, notan el acoso tanto físico como online que nunca, o casi nunca, es denunciado por amenazas de sus compañeros. Humillaciones en materia profesional, insultos, comentarios respecto a su físico o crecer en la profesión solo si este lo respalda, es una realidad de los medios en la actualidad. Respecto a la distinción entre el sector privado y el público, sigue existiendo una mayor discriminación en el primero, ya que se usa a la mujer, en términos literales, como medio para vender productos, programas o ser la cara de una cadena.
Fomentar la igualdad, conseguir logros colectivos y seguir luchando contra la desigualdad de género, son muchas de las propuestas que siguen encima de la mesa para evitar los llamados micromachismos que en gestos, comentarios y otros actos, siguen padeciendo las mujeres, sobre todo, aquellas que empiezan a trabajar en la profesión.
Las periodistas que quieran descargar el I Estudio sobre mujeres periodistas en España pueden hacerlo pinchando en el siguiente enlace.