El 2 de octubre de 2018, hace un año, el periodista saudí Jamal Khashoggi entró en el consulado de su país en Estambul; nunca saldría de allí. Momentos antes de su llegada al consulado, sus presuntos asesinos, según testigos interrogados por la televisión británica BBC, se burlaban del crimen que iban a cometer –“ni siquiera un carnicero parte la carne en el suelo”-, según un despacho de la agencia Belga.
La información publicada hoy asegura que Helena Kennedy, una abogada británica que ha participado en la investigación efectuada por la ONU, ha escuchado una grabación proporcionada por las autoridades turcas, que habían colocado micrófonos en el consulado, en la que se habla de Khashoggi como “el animal destinado al sacrificio”, ha dicho a la BBC en un documental emitido el lunes 30 de septiembre de 2019, en el programa Panorama.
Según el testimonio de esta abogada, el médico forense sospechoso de haber despedazado el cuerpo del periodista, dice en la grabación: “A menudo escucho música cuando despedazo los cadáveres. A veces lo hago con un café y un cigarro en la mano. Es la primera vez en mi vida que tengo que cortar los pedazos en el suelo, incluso un carnicero corta al animal colgado”. “Luego –dice Helena Kennedy- se les escucha reír. Es escalofriante”.
Al parecer, Turquía entregó a la ONU una grabación de 45 minutos para la investigación sobre el asesinato de Jamal Khashoggi, en el que estarían implicados quince agentes saudíes. La CIA y una experta del organismo internacional, Agnes Callamard, han responsabilizado del asesinato de Khashoggi al príncipe heredero y hombre fuerte de Arabia Saudí, Mohamed ben Salmán, quien siempre lo ha desmentido y ha detenido a once “sospechosos”.
Aquel 2 de octubre, Jamal Khashoggi acudía a las oficinas de su país en Turquía para conseguir la documentación que necesitaba para casarse con su novia turca. Según la abogada Kennedy “se oye como Khashoggi pasa de la confianza al miedo, después a una angustia creciente y al terror, y finalmente al convencimiento de que se va a producir algo fatal”.
Agnes Callamard, la experta de la ONU que también ha escuchado la grabación, dice que Khashoggi pregunta a sus verdugos: “¿Me vais a poner una inyección?; a lo que le responden ‘si’. Lo que se oye a continuación demuestra que le ahogan, sin duda con una bolsa de plástico. Poco después se oye decir a alguien. ‘es un perro, envolved su cabeza’. Solo se puede pensar que le han cortado la cabeza”, ha explicado a la BBC.