Los Panchos inician nueva gira

Tenían que pasar veinte años para que Los Panchos se juntaran de nuevo a cantar boleros. Veinte años y «más de mil boleros separados» para que dos de los componentes originales de Los Panchos, el legendario Gabriel Vargas (director, requinto y tercera voz) y el no menos aclamado Rafael Basurto (última voz y primera de Los Panchos), volvieran a unirse para emprender una gira que será su despedida de la música. Pero no se alarmen, que esto nunca se sabe.

Los-Panchos-cartel Los Panchos inician nueva gira
Los Panchos, cartel del reencuentro

Y tenía que ser en Madrid, donde el día 9 de diciembre dieron un único concierto en el Teatro Nuevo Apolo (Plaza Tirso de Molina), como inicio de la gira que, dicen, será la última. O tal vez la penúltima, nadie lo sabe.

El actual grupo es el heredero del trío legítimo original y la gira que ahora inician se llamará Reencuentro, palabra que habla, más que de una despedida, de un final abierto.

Es una larga historia la de este trío mexicano que nació en EEUU. Los Panchos elevaron a categoría artística universal el arte de cantar boleros, que hasta entonces no se consideraba ni arte, apenas un arrullo para enamorados. Pero ellos lo convirtieron en arte. Un arte en el que han sido maestros desde que nacieron el año 1944 en un local de Manhattan, donde cariñosamente, al ser mexicanos, los llamaban mexiboleros.

Pero en tan largos años (nada menos que 61) y más de mil boleros «interpretados», la vida ha dado muchas vueltas y ha dado de sí para todo: juntarse, separarse y experimentar por separado… Ha dado hasta para morirse Pero aquí están los dos supervivientes legítimos con la misma sonrisa y hablando como siempre en susurros, como ayer en el Teatro Apolo, que se hablaban casi al oído, como cuando cantan boleros pero sin micro.

Y al hablar tan suave y como en susurros, lo propio es quedarse embobado y sería delito interrumpir al que así habla para pedir una aclaración, o una repetición, y no se oyó bien el nombre del tercer componente del trío, que lo hay, pero lo dijo Basurto muy bajito y luego no aparece escrito en ninguna parte. A lo mejor es el director de la banda, porque actúan esta vez con banda acompañante, y Basurto dijo: «Aquí X que nos acompaña maravillosamente con sus guitarras»… poniéndole la mano en el hombro, y él callandito que sí. Todo lo hablaban los dos legendarios, Basurto y Vargas, el tercero en la mesa no habló.

Rafael Basurto Lara es la última voz viviente de Los Panchos. Gran cantante e intérprete del bolero en la primera voz, ha estados estos veinte años cantando en solitario y recorriendo los mejores teatros del mundo junto a grandes compañeros de profesión.

Gabriel Vargas es el ultimo requinto de Los Panchos y considerado el mejor requinto del mundo. En Los Panchos desde 1978 cuando le cedió el testigo su maestro y padre Alfredo Gil, se une ahora a su compañero Rafael Basurto para ofrecer al mundo de la música romántica el reencuentro de dos gigantes.

Siendo ambos queridos y admirados en todo el mundo, desde Japón hasta España, estamos ante una reaparición muy esperada que por fin se produce veinte años después de su separación.

Nunci de León
Doctor en Filología por la Complutense, me licencié en la Universidad de Oviedo, donde profesores como Alarcos, Clavería, Caso o Cachero me marcaron más de lo que entonces pensé. Inolvidables fueron los que antes tuve en el antiguo Instituto Femenino "Juan del Enzina" de León: siempre que cruzo la Plaza de Santo Martino me vuelven los recuerdos. Pero sobre todos ellos está Angelines Herrero, mi maestra de primaria, que se fijó en mí con devoción. Tengo buen oído para los idiomas y para la música, también para la escritura, de ahí que a veces me guíe más por el sonido que por el significado de las palabras. Mi director de tesis fue Álvaro Porto Dapena, a quien debo el sentido del orden que yo pueda tener al estructurar un texto. Escribir me cuesta y me pone en forma, en tanto que leer a los maestros me incita a afilar mi estilo. Me van los clásicos, los románticos y los barrocos. Y de la Edad Media, hasta la Inquisición.

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