La pandemia de la COVID-19 ha generado numerosos problemas económicos en varios sectores, pero uno de los principales afectados ha sido el sector del juego privado. Los salones de juego han estado cerrados durante varios meses por el confinamiento dictaminado por el Gobierno español en el mes de marzo. Esto llevó a que los salones de juego gallegos redujesen sus ingresos en un 40 por ciento durante el año en comparación con el curso anterior.
Sin embargo, la reducción del juego presencial ha favorecido el surgimiento de casinos online como PlayUZU, que han visto como su tráfico se veía incrementado ya que las personas pasan mucho más tiempo en casa. No solo el confinamiento tuvo grandes consecuencias en la economía de los salones de juego, las medidas impuestas por la Xunta de Galicia como la reducción del aforo ha llevado a que el número de jugadores sea mucho más reducido.
Búsqueda de soluciones
Uno de los principales problemas es que no parece que la situación vaya a mejorar en los últimos meses de 2020, por lo que ha sido un año realmente fatídico para el juego presencial en la comunidad gallega. Los empresarios de juego están solicitando diversas ventajas fiscales al gobierno gallego como bonificaciones de cara al próximo año. De esta manera, se podrían paliar las pérdidas sufridas durante el año actual y existiría la posibilidad de seguir creando empleo como hasta el momento.
Cabe recordar que los salones de juego emplean a más de 1800 personas de forma directa en Galicia, estadística que muestra la gran importancia que tiene este sector dentro de la comunidad.
Comunicación fluida entre la Xunta y los empresarios
En las últimas semanas, se están produciendo reuniones para determinar cuáles son las ayudas a las que tendrán acceso los salones de juego y ver de qué manera se puede reducir las pérdidas sufridas por la crisis sanitaria. Una de las preocupaciones principales de la Xunta es que estas empresas no obtengan beneficios ya que no podrían recaudar los impuestos como en años anteriores.
Los empresarios todavía están a la espera de que se implante la nueva Ley del Juego en Galicia, prevista para el primer trimestre de 2021. Esto afectará directamente a los más de cien salones de juego que hay repartidos por las cuatro provincias de Galicia. Es cuestión de tiempo que todos los implicados lleguen a un acuerdo para reanimar un sector muy tocado por la crisis de la COVID-19.
