En las Serranías de Falcón viniendo por la vía de La Chapa hacia Curimagua hay un desvío a la derecha que sube hacia Macanillas, antigua hacienda de trapiche y cuna del zambo José Leonardo Chirino, «Seyonaldo» como le dicen los lugareños familiarmente al héroe del primer movimiento independentista de la Capitanía General de Venezuela allá por 1795.
Xulio Formoso: Lucía Colina
El entorno geográfico de Lucía Colina luce en completa armonía con su expresión musical y tiene el mismo aroma perfumado de las naranjas tempranas; arte incontaminado en estado puro cuya esencia y carácter germinan en las praderías espirituales de lo simple y lo sencillo.
Ella es un ejemplo preciso de la manifestación cultural de un pueblo, valor patrimonial en su carácter étnico, heredad y acervo colectivo de la comunidad donde se manifiesta.
Los cantares de Macanillas son universales, y más universales aún en la medida que surgen de una escritura conceptual auténtica de una forma de vida comarcal. Practicidad espontánea acorde siempre a las necesidades de la cotidianeidad, economía de medios en un contexto de escasez ancestral.
Lucía es la música de la gente, filarmonías y tonalidades que traen consigo un sentido de la comunidad, es decir: un proceso cultural más que un tipo o estilo musical; el cuerpo de expresión de una cultura mestiza, suerte de amalgama etnográfica representando un sentimiento.
Canción en estado natural, honesta y limpia donde la propia necesidad urgente del canto va más allá de la estricta técnica formal y de las consideraciones rítmicas sistemáticas.
Xulio, Formoso con Lucía Codina, cuando se grabó por el CENDIS (Centro Nacional del Disco) un CD con sus canciones populares.Las tradiciones, la religión, los santos, los héroes, las cosechas, la vida campesina y el costumbrismo hecho usanza a fuerza de práctica diaria; esa es la temática de Lucía Colina cantada en décimas, salves y pasacalles. Ese es su mundo y también el nuestro una vez que nos lo comunica y transmite.
Su voz y su tambora serrana como instrumentos de sus líricas, poseen la fragancia de la lozanía y son siempre vocablos y verbos anclados en las entrañas de nuestra esencia.
Siempre pensé, que uds, forman una pareja maravillosa. ¡Que la vida los bendiga a los dos!
Hermosísimo el artículo, la foto y el dibujo. Deberías escribir más frecuentemente querido Xulio, siempre acompañado de esos dibujos mágicos que haces. ¿Qué pasó con la continuación de Bob Dylan? Todavía la estamos esperando
Querida Vega, espérate al 24 de mayo, fecha de nacimiento de Bob Dylan. A Xulcho le aburre muuuuucho escribir. Yo le continuaré la movida. Por algo somos una pareja textográfica.
Hermoso trabajo, como llena saberles en el sentir con la gente y desde el trabajo q se hace cuando se puede estar en espacios como el Cendis., celebro este escrito y la vida reflejada en el.
¡Qué bonito te quedó ese trabajo, Xul! Es un reflejo vestigial del hombre del que me enamoré en 2011.
En nuestro pueblo falconiano, a Lucía la llamamos Lucha. Lucha que tiene furor de plomo y ardor de décimas. Grito de emancipación que se cuaja en rebelión de zambos y tronar de salves. Canto que proclama la felicidad y anuncia el devenir de toda una vida alzada sin discriminación alguna en banderas cáusticas de libertad.
Los cantores de Macanillas (en el CD producido, el nombre salió mal ya que el propio era Los cantares de Macanillas) es, sí, una producción del Centro Nacional del Disco (Cendis, 2011) pero, más allá de ello, es el reflejo de una propuesta de cultura popular que de la mano y voz de Lucía Colina viene desarrollándose en Curimagua con voluntad de propio arbitrio.
Unos pocos meses después de ese fulano disco, en febrero de 2012, el Cendis produjo un disco emblemático “4F Madrugada Luminosa” una remembranza del alzamiento militar que el 4 de febrero de 1992 liderizó quien luego sería nuestro Presidente, Hugo Chávez Frías.
Dicho disco fue presentado en uno de los principales teatros de Venezuela: el Teatro Teresa Carreño. Para esa ocasión, vos, Xulio, invitaste a Lucha no sólo a grabar uno de los tracks sino que la invitaste a cantar su décima en el epicentro político de nuestro país.
Aún se me eriza la piel al recordar la ovación que galardonó en aquella ocasión a Lucha tras su interpretación: una campesina afrodescendiente de la estirpe de “Seyonaldo” había puesto de pie en pleno aplauso al público capitalino.
Xulcho, las luchas sociales tienen muchas Luchas que encuentran su victoria en la reivindicación – así sea simbólica- de las causas emancipadoras.
Xulcho, las Luchas de Venezuela te agradecemos que en tu tiempo de Director Ejecutivo del Cendis hayas puesto los recursos del Estado al servicio de las luchas sociales del pueblo. ¡Que la vida te bendiga por ello!