La educación sentimental del abuelo en la era de Internet
“En lugar del Sr. Stein” (Un profil pour deux) es el tipo de comedia que satisface al gran público: «casi blanca», delicada, bien escrita y que ofrece a su protagonista, Pierre Richard (82 años, realizador y actor, “A la izquierda al salir del ascensor”,“¿Y si viviéramos todos juntos ?”, “El vendedor de juguetes”) la posibilidad de lucimiento personal en el papel del septuagenario que descubre los placeres de Internet.
El cine está poniendo de moda a los «seniors». “Los especialistas en marketing saben desde hace años –antes de la crisis, claro- que los mayores (primero se llamaba la tercera edad pero el término ha quedado obsoleto debido al aumento de las expectativas de vida) tienen en general un poder adquisitivo superior a la media. “Convertirles en héroes cinematográficos puede ser quizá una forma de atraerles a las salas oscuras» (Pierre-Richard Bougon, Culturebox).
El director de esta película, Stéphane Robelin, ya había ensayado la fórmula con « ¿Y si viviéramos todos juntos? », película de 2012 sobre un grupo de amigos septuagenarios y este mismo año ha estrenado «Braquage a l’ancienne” (Atraco a la antigua), sobre un trío de octogenarios que atracan un banco.
(Y antes hemos visto varias historias magistrales de ancianos ingleses deslocalizados en Italia, o “Amour”, Palma de Oro en Cannes del alemán Michael Haneke, o “Norman” interpretada por un anciano Richard Gere, por mencionar algunos ejemplos)
“En lugar del Sr. Stein” cuenta lo que para Pierre, un francés viudo y jubilado que apenas sale de casa, supone el descubrimiento de Internet y sus muchas posibilidades. Su hija le regala un ordenador y contrata al joven Alex –sin decirle que se trata del novio de su nieta- para que le enseñe los rudimentos de la informática. Trasteando en su PC, Pierre encuentra un portal de encuentros, sube una foto de Alex en lugar de la suya y descubre a Flora63, una joven que cautivada por la forma en que se expresa Pierre le propone una cita en Bruselas. Enamorado de su fantasía, acaba convenciendo a Alex para que acuda en su lugar, mienta a la chica y –aunque no estaba previsto- termine seduciéndola. Mientras Alex no sabe como escapar del lío en que se ha metido, Pierre vive una segunda juventud “por persona interpuesta”.
Típica comedia de enredo, vodevil pelín anticuado pero eficaz, directamente inspirado en las aventuras de Cyrano de Bergerac (como ha reconocido, unánime, la crítica francesa), es una película tierna, romántica y bastante melancólica.
Moraleja: todos, a poco que nos esforcemos, nos creemos capaces de seducir a cualquier edad. Y, mucho más, cuando el compromiso es con un interlocutor oculto del otro lado de la pantalla.