Tiene unos ojos verdes impresionantes. Es todavía menor de edad, le faltan días para cumplir los 18. Así, sin arreglar, parece la adolescente que aún es por edad. Pero cuando empieza a hablar, va creciendo y mostrando una madurez que sorprende. Una madurez que le llega por su historia y por sus pocos años vividos con una intensidad no habitual.
Sabe donde está, sabe lo que quiere y sabe que es una privilegiada y no solo por su voz. También por haber estado rodeada de amor desde la cuna, una experiencia fundamental para la vida. Sus palabras fluyen como el curso de un río. Como fluye su empatía y humildad. Ella es María Fernández Benítez, para el arte María Terremoto, hija de Fernando Terremoto y nieta de Terremoto de Jerez
Teresa Fernández. A ver, María. Quiero que me cuentes todo sobre María. Y por empezar de alguna forma, quiero que me definas el color de tu voz.
María. Ay! Pues la verdad es que yo tengo dos extremos y sí, puedo cantar con la voz escondía, dulce y creo que también puedo después sacar ese grave que define a mi familia. Pero también me gusta cantar con la voz metía pa’dentro algunas veces. Yo de chica podía cantar todo lo alto que quisiera y hoy también, lo que pasa es que hay que nivelar la forma de cantar y yo soy una cantaora que cuando estoy en el escenario no mido nada, y sé que hay que hacerlo, pero es mi forma de expresarme en el escenario y sí, es verdad que no modulo la voz, hago lo que siento y ya está.
TF: No eres aún mayor de edad, pero ya eres una veterana del cante.
María: Bueno, eso dicen, pero siempre hay que seguir aprendiendo. Yo siento que poco a poco, despacito y a compás, voy buscando mi sitio y siento que poco a poco me estoy ganando mi sitio aquí. Con muchísimo esfuerzo, muchísimo trabajo, porque sin esfuerzo y sin trabajo no se consigue absolutamente nada. Mi padre siempre me llevó a rajatabla desde que era chica y yo veía el respeto y la humildad que él tenía hacia esto y hacia sus compañeros. Cuando no hay compañerismo ni humildad, para mi opinión, no hay esencia en el cante…
TF: Apenas tenías diez años cuando tu padre se fue…
María: Verás, yo he vivío toda mi vida en Sevilla, soy de Jerez, siempre he estado en Jerez, pero mi madre era de Sevilla y mi padre por trabajo y tal se fue allí y mi abuelo Benítez, el padre de mi madre era jugador del Betis, entonces yo soy criá en Sevilla, estoy entre Sevilla y Jerez. Recuerdo que esa noche yo estaba en casa de una amiga y su madre ya sabía que mi padre se había ido…Yo quería quedarme esa noche con ellas, pero yo veía un rollo muy raro, había que preguntar a mi madre y cuando llegamos a mi casa, la casa de mi abuelo Antonio Benitez, ví tó aquello muy raro, pero yo no tenía ni diez años y no podía echar cuenta como ahora. Y dijeron, no te puedes quedar porque nos vamos pa Jerez. Yo llevé todo el camino cantando en el coche, sin saber nada, mi madre llorando, mi opá Antonio llorando y yo decía, esto qué es, qué pasa. Llegamos a casa de mi tía y no sabían como decírmelo, pa que yo no sufriera. Y ya me lo dijeron y con diez años se me vino el mundo encima y también se me viene ahora, y ahora me pesa más todavía, mucho más, porque si todo aquello hubiera sucedido ahora yo no me hubiera separao ni un momento de él. Pero al ser tan chica, no tienes uso de razón, no tienes decisión propia… Yo digo que las cosas cuando pasan así, pasan por algo y a lo mejor si me hubiera cogío ahora me hubiera destrozao la vida…que me la destrozó en aquel momento y me ha dejao destrozá para siempre…
TF. María, para siempre no…
María. Sí, para mí si. Ese vacío no lo llena nadie. Mi padre siempre me había inculcao el cante, pero siempre había querido que yo estudiara, no el cante, que estudiara, que me sacara una carrera, pero es que a mí los estudios nunca me han gustao, he querío cantar desde chica, pero al tiempo que me decía que estudiara, siempre me ponía videos de mi abuelo, de mi ascendencia, Juanito Mojama, Tío Borrico, infinidad de artistas…Tía Anica la Piriñaca, Tía María Soleá, Tía Bolola…Mi padre los escuchaba, era un estudioso, entonces me lo inculcó desde pequeña. Y yo creo que él se fue con esa cosita de si yo iba a quedarme ahí o si iba a hacer todo lo que hago, todo lo que voy consiguiendo y cada paso que doy yo sé que él va detrás, apoyándome, como si me hablara, como si yo le preguntara y él me contestara. De hecho hablo con él y siento que de alguna manera me contesta, me ilumina, me muestra el camino.Y siento que siempre va a estar conmigo, que no va a dejar que nadie me haga daño, ni que me pase nada, porque ahí está él, es como un escudo, no va a dejar que ninguna lanza se me clave.
TF: Hablemos de momentos clave en tu vida profesional. De Manuel El Carpeta, del tablao El Cordobés de Barcelona, de la Bienal 2016, de la noche de San Luis de los Franceses…
María: Empecé con Manuel el Carpeta. Yo estaba haciendo otras clases de música, entonces Manuel me vio y me dijo, tú no tienes que estar cantando en una sala, tú vienes de donde vienes, y la verdad que Manuel me sacó de ahí y me dio mi sitio desde el primer momento y se lo agradeceré siempre. Luego me llamaron de El Cordobés en 2015, querían un grupo de Jerez y nos eligieron a mí y a mi prima Felipa del Moreno. Ese año era el 45 aniversario del tablao y dos días venía Farruquito, que me dejó muda de los nervios y no le pude cantar, toda una anécdota. Además, era la primera vez que yo iba a un tablao, yo no había estao en la vida en un tablao y menos pa cantarle a alguien como él …ya en los ensayos estaba atacá, vamos que me quedé muda…
TF: Hay algo único en Farruquito. Su enorme naturalidad, vamos que baila sin parecer que está bailando, es como que flota…
María: Y él dice una frase muy bonita, “trata de volar pero no te muevas” y es así. Entonces me impuso tanto, que me quedé sin voz…cuando yo le ví esa planta…. Pa mi era lo más grande, un privilegio, cualquiera desearía estar en ese instante de cantarle al genio…Y yo sin voz.
TF: Festival de Jerez 2016. Nada más y nada menos que cantar como solista en el Palacio de Villavicencio. ¿Cómo fue?
María: Uy, mi actuación en el Palacio de Villavicencio. Esa fue mi primera actuación con mi Hugo de manager, fue la primera actuación juntos y la verdad que salió muy bien, hicimos un recital compartío con Carmen Grilo y la verdad que también se me va a quedar en el recuerdo…
TF: Ya ves, con todo Jerez en la sala…en tu salsa…con tu gente.
María: A ver cómo lo explico. Era la primera vez que yo me sentaba a cantar flamenco como solista, aunque Carmen llevara su parte, pero para mi era el momento de cantar sola por primera vez. Me sentí…pos mu nerviosa, era la primera vez, estaba atacá. Cinco minutos antes, me sudaban las manos, pero una vez en el escenario disfruté, que es lo que hay que hacer porque si no disfrutas…nos podemos sentir privilegiaos todos los flamencos, porque trabajamos en lo que nos gusta, no todo el mundo puede tener ese privilegio. Yo siempre intento disfrutarlo, hay veces que se pasan fatigas, porque es normal, porque uno no está bien siempre pero cuando se disfruta lo nota la gente y lo notas tú, es una cosa muy bonita.
TF: Y la experiencia de San Luis de los Franceses en la Bienal 2016 fue muy especial.
María: Yo cinco minutos antes estaba muriéndome de nervios. La Bienal impone, era un día para mí sola y con la presión de que tienes que estar bien, y solo con 16 años. Pero en cuanto subí al escenario, la energía que había allí era inexplicable. Yo en todo momento noté que mi padre estaba ahí conmigo, lo estaba de verdad…yo soy mu mística, mu supersticiosa pa esas cosas y así lo veo. Estaba ahí conmigo y se notaba en el ambiente, como que se metió dentro de mí vamos. También esa tarde hubo complicidad, energía, tristeza, alegría, nervios, ilusión, un cúmulo de cosas… La verdad, es una cosa que recordaré siempre, con pena porque hubiera querido que mi padre estuviera en ese momento tan especial y con alegría porque sé que hizo to lo posible pa que saliera como salió. La seguiriya fue como un milagro.
TF: María te escucho y me asombras. Estamos hablando de una actuación importante y eras una niña, aquí en Andalucía o en el norte, una persona de 16 años es una niña. ¿Te das cuenta de lo madura que eres para tu edad? ¿De la responsabilidad que demuestras?
María: Yo creo que las cosas que te pasan en la vida te hacen crecer. Tengo una forma de ver la vida que es verdad, un poco adelantá pa mi edad, son cosas que tienen que salir, la madurez, yo misma sola, mi cabeza se ha hecho fuerte, porque me ha faltao mi padre, por muchas cosas personales que se llevan dentro, que te hacen ser fuerte y te hacen madurar, otras te hacen ser más débil y también te hacen madurar.
TF: Y ya has estado fuera de España…
María. Sí, he estado en Francia con Manuel Carpeta y tres meses en Japón trabajando en un tablao en Tokio, este año, del 30 de enero al 24 de abril y estoy loca por volver otra vez. Se volvían locos, qué afición tienen y como me trataron, te ven como…te veneran, es el respeto que tienen hacia esto, por eso lo valoran tanto y la verdad que he venido con muchos amigos japoneses. También he dado muchas clases, les gusta mucho aprender, son personas supercorrectas…
TF: Actuabas y dabas clases de cante
María: Sí porque el mismo tablao te las organiza, he llegao a dar un curso de tres días a un grupo de dieciocho personas, y la verdad me he hinchao a dar clases, porque les gusta mucho Jerez y mi padre y la verdad me he llevao una experiencia que no voy a olvidar en la vida, he conocío mucha gente…las clases las daba en español porque hablan español mejor que tú y que yo, hasta que un día me llegaron seis que no sabían español…He aprendío algunas cosas en japonés, como contar de uno a diez para las clases, a ellos les gustaba y les hacía gracia, también a saludar, a pedir la cuenta, y me gusta mucho, lo que pasa es que el japonés tiene tela…
TF: Y tela tiene la niña María. Vamos a la Fiesta de la Bulería de septiembre de este año. Ahí estabas tú en ese espectáculo tan cañero que coordinó de filigrana Pepe del Morao.
María: Sí, era una especie de teatrito, era como una gañanía y luego era la fragua, era una historia muy bonita, de nosotros, los gitanos. Y yo rodeada de esos artistas, yo verme junto a Juana la del Pipa, Dolores Agujetas, Luis Moneo, Antonio Malena … pa mi una experiencia para recordar, me sentí acogía, estar rodeá to er día de esos artistas, esos bichos, esos genios, es un lujo.
TF: Tu cante ¿es la consecuencia del cante de tu padre y tu abuelo? ¿Cantas por los estilos de los tres?
María: Nosotros tres, mi abuelo, mi padre y yo cantamos de la misma forma pero cada uno tiene su sello. Mi abuelo era más rancio, más puro, mi padre era puro pero tenía la musicalidad, mucha cabeza, mucha dulzura en la voz, también mi abuelo si quería podía tener dulzura y yo creo que tengo mi forma, mis puntitos, aunque nos parezcamos, cada uno tiene su cosita diferente. Por ejemplo, en el Festival de Jerez, que fue la primera vez que canté sola, yo me aprendí los tientos que canté duchándome y los canté diez minutos después de aprenderlos. Y me salieron como algo natural, yo no he tenío que escuchar a mi padre o a mi abuelo para que me salga esa voz, es de raíz, de sangre, yo escucho a mi abuelo y cualquier giro, cualquier cosa ya me sale sin querer, para mi es natural, es lo que llevo dentro. Los tientos me encantan, me siento muy cómoda cantando por tientos, por soleá también y bueno, por segiriyas, aunque paso las fatigas de la muerte.
TF: Cambiamos de tercio. Proyectos a futuro, componer por ejemplo, como tu padre, tener compañía propia…
María: Componer. Hay cositas, pero sin desarrollar mucho. A veces me pongo y sale algo y me digo ¿pero esto qué es, qué he hecho? Eso sí, tengo que estar tranquila, sola en mi casa. Tengo un piano y lo poquito que voy haciendo voy apuntando, voy grabando, pero no es una faceta que haya desarrollado mucho, la verdad me queda mucho camino por andar para componer como mi padre. Futuro…Ahora en enero vamos a grabar mi primer disco si Dios quiere y a ver como sale tó, tengo muchas ganas de grabar.
TF: Tú no lo has vivido, pero seguro que sabes mucho de los tiempos de las gañanías.
María: Claro que sí. Y me hubiera gustado mucho vivir la época de las gañanías, aquel ambiente, aquella forma de vivir, todos juntos. Mira, en mi casa no se dice mi abuelo, es mi opá o mi padre Fernando, nació en la calle Nueva del barrio de Santiago de Jerez, pero luego él y mi madre Isabel, como muchos otros gitanos se fueron al Barrio de la Asunción, y de ahí si que tengo memoria, de cómo éramos, como convivíamos, todos los primos chicos. Son vivencias inolvidables, que ojalá pudieran volver atrás, que se quedan en la mente, te marcan, aunque no llegues a explicarlo igual que lo vives.
TF: La revolución de las mujeres del flamenco…No hace tanto tiempo las mujeres cantaoras no podían ser profesionales porque los maridos no las dejaban, como tía Anica que empezó con 80 años cuando se quedó viuda….
María: O como mi tía María Soleá, yo no la conocí, pero también salió muy mayor y se murió a los años de empezar. O mi abuela María Márquez, era punto y aparte, pero como su marido era futbolista del Betis pues él no quería que ella cantara, no hacía falta dinero en la casa…Pero ella se ha quedado con esa cosita, con las ganas de ser artista. Y si hubiera sido artista hubiera sido lo más grande. Ella ahora se sube a un escenario y lo es.
TF: En esta historia de la revolución de las cantaoras, se dice que las payas van más por la innovación, la experimentación, que las cantaoras gitanas. Tú ¿cómo te ves en esta historia de las cantaoras?
María. Yo siempre he estao entre payos y gitanos y creo que eso de los payos y gitanos es una tontería. Yo soy gitana y no tengo ningún problema, mi madre es paya y también lo digo a boca llena, tengo las dos partes y estoy orgullosísima. Pero mi crianza ha sido gitana, mi padre y mi madre se conocieron con cinco años, se criaron juntos y mi abuela y mi padre Fernando eran compadres, padrinos de mi tío…pa mí ese es un absurdo muy grande.
TF: Esta claro que María no sabe nada de discriminaciones étnicas… Pero tú ¿donde estás en esa revolución….?
María: Yo ahora mismo, je je, estoy como a la mitad de la escalera, por decirlo de alguna forma. Yo creo que estas preguntas son…trampas…ja ja ja
TF: No María, son profundas. Lo que yo quiero es sacarte de tu territorio de confort, que te mojes…
María: Vivo el presente. Yo ahora mismo…como te he dicho antes, tengo mi sitio y veo que la gente me valora más, que ya no es como el año pasao, y cada año voy evolucionando, voy creciendo, la gente está más pendiente y gracias a Dios y a los que tengo allá arriba, me van saliendo más cosas buenas, que me llenan de satisfacción interna. Los premios no han llegao pero son lo de menos, son cosa material nada más.
TF: Pero vamos a ver, ¿haces algo para seguir aprendiendo, para mejorar tu técnica vocal?
María. Pues…me observo y si no acabo de verme bien del todo, yo creo que casi todos nosotros nunca nos vemos bien… Pero aprendo de mis actuaciones, de mis errores, me veo en video …Ya me he planteado dar clases para mejorar vocalmente, me doy cuenta de que no me mido, echo mucho ají al cante y me daño la garganta, pero …no voy a dejar de cantar como yo canto aunque aprenda a respirar , a superarme vocalmente…nunca voy a dejar de cantar como yo canto.
María tiene que irse a descansar, porque en unas horas tiene concierto aquí, en la sala García Lorca de Casa Patas, en esta noche del 15 de diciembre de 2017. Aquí va, sino todo, sí mucho sobre María Terremoto, hija y nieta de cantaores con monumento en Jerez de la Frontera.
