Marruecos anunció la ruptura sus relaciones diplomáticas con Irán por el apoyo de Teherán al saharaui Frente Polisario a través del grupo Hizbulá, según anunció el martes 1 de mayo, el ministro de Exteriores marroquí, Nasser Burita.
Marruecos cerrará su embajada en Teherán y expulsará al embajador iraní en Rabat. El ministro magrebí dijo haber informado a su homólogo en Teherán, Mohamad Javad Zarif, de la ruptura de relaciones diplomáticas. Del mismo modo, rechazó que la ruptura tenga nada que ver con el contexto sirio ni la situación en Oriente Medio en general, y recalcó que obedece «a intereses estrictamente bilaterales».
Burita rechazó asimismo que la ruptura tenga que ver ni con el pueblo iraní ni con el chiismo, una rama del islam muy poco tolerada en Marruecos -mayoritariamente sunita, rama malikí- que fue definida en 2017 como «virus» por el ministro de Asuntos Islámicos, Ahmed Taufiq.
Según Marruecos, el Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro (Frente Polisario) «está recibiendo armas y entrenamiento» de Teherán a través del grupo libanés Hizbulá, desde que se creó el comité de apoyo al pueblo saharaui en 2016.
Según Burita, Marruecos dispone de «pruebas y datos» de que al menos un diplomático de la embajada de Irán en Argelia ha participado «durante al menos dos años» como «facilitador» entre Hizbulá y el Polisario en acciones destinadas a capacitar a soldados del Frente Polisario en «acciones de guerrilla urbana y ataques contra el Reino de Marruecos».
«Artificieros e instructores militares de Hizbulá» han viajado a Tinduf para formar a comandos del Frente Polisario, pero el hecho más grave, resaltó Burita, fue la entrega en este mismo mes de misiles SAM-9, SAM-11 y Strella.
Hizbulá ha negado las acusaciones marroquíes lamentando que presiones «estadounidenses, saudíes e israelíes les hayan llevado a dirigir esas falsas acusaciones». Añaden que el Ministerio de Exteriores marroquí debe buscar argumentos «más convincentes para romper sus relaciones diplomáticas con Irán». También inciden en que apoyen la causa palestina «en vez de inventar excusas sin fundamento.»
Marruecos ya rompió relaciones diplomáticas con Irán en 2009 por un supuesto apoyo de Teherán a los chiíes «una injerencia intolerable» y no las reanudó hasta 2014. Entonces acusaron a Irán de actuar sobre los inmigrantes marroquíes en Bélgica.
Los chiítas marroquíes tienen cierta presencia en el norte, en Tetuán y Tánger e incluso un destacado miembro del Partido Socialista Unificado (PSU), Abdou Chougriani es chiíta.
Hay que recordar que Irán reconoce a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) desde 1980.
Esta ruptura además se produce, curiosamente, cuando ambos países se enfrentarán en el Mundial de Rusia de fútbol el próximo mes de junio en el primer partido de un grupo del que también forman parte España y Portugal.