El gobierno de Marruecos ha iniciado la construcción de una valla, en paralelo a la española que ya existe en Melilla, para reforzar la lucha contra la inmigración clandestina de magrebíes y subsaharianos que, desde esa ciudad del norte africano, pretenden llegar a Europa.
Melilla, junto con Ceuta –otro enclave español-, son los únicos puntos terrestres desde los que los inmigrantes ilegales pueden intentar la entrada en el continente europeo, según informaciones de oeneges locales que recoge el digital Aufaitmaroc.com.
“Las obras de construcción de la valla comenzaron hace una veintena de días», declaró el 12 de mayo de 2014 Chakib Khyari, presidente de la Asociación Rif de Derechos Humanos (ARDH), confirmando lo publicado en algunos medios marroquíes.
“Según los datos de que disponemos, las vallas tendrán cinco metros de altura y cuchillas como las españolas”, concretó.
Asil Akid, responsable de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) ha confirmado que se están «construyendo trincheras» en el lado de Marruecos.
Melilla ya cuenta, por parte española, con una triple valla de siete metros de altura, coronada por cuchillas que en ocasiones causan graves heridas a los inmigrantes que intentan escalarla.
La presión migratoria ha aumentado desde el comienzo de 2014 y, según cifras españolas, el número de clandestinos que consiguieron en 2013 entrar desde Ceuta o Melilla creció en cerca del 50% en relación con el año anterior. En abril de 2014, el centro gubernamental de acogida de Melilla, capaz para 480 plazas, acogía casi 1.800 personas.