Mayo de 1940. Para huir de la invasión alemana, los habitantes de un pueblo agrícola del norte de Francia emprenden el camino del éxodo, dirigidos por su alcalde, como hicieron otros millones de franceses en distintos lugares del mapa, a pie, en bicicleta, a caballo, en carreta y, los más afortunados, en coche.
Con ellos viaja un niño alemán cuyo padre, opositor del régimen nazi, está encarcelado en Arras por heber mentido sobre su nacionalidad. Liberado en mitad del caos reinante, se lanza desesperadamente a la búsqueda del hijo acompañado por un soldado escocés que quiere volver a Inglaterra…
“Mayo de 1940”, la película que cuenta la epopeya de tantos y tantos ciudadanos franceses en aquellos días, está dirigida por Christian Carion (quien en 2005 nos ofreció un precioso relato de Navidad en la Primera Guerra mundial, “Feliz Navidad”) y protagonizada por August Diehl (“Malditos bastardos”), Olivier Gourmet (“El niño de la bicicleta”), Mathilde Seigner (“Palais Royal”) y Alice Isaaz (“Los ojos amarillos de los cocodrilos”, “La crème de la crème”). “El mismo humanismo generoso que la primera y también, desgraciadamente, la misma ingenuidad” (Cécile Mury, Télérama).
Según cuenta el propio realizador, fue su madre quien le contó como fue aquella huída: tenía 14 años y guardaba un recuerdo más bien divertido de aquel paréntesis en su vida de estudiante, cuando se vio obligada a pasar muhas noches al raso. Para completar el relato, Carion pidió testimonios de vecinos del Nord-Pas de Calais, la zona geográfica donde transcurre la película.
En un momento como el actual, cuando las imágenes de los refugiados que huyen de otras guerras llenan nuestros informativos y se quedan clavadas en nuestras retinas, tiene mérito echar mano de la memoria familiar y reconstruir aquella aventura que vivieron los ciudadanos no solo de Francia, sino de otros varios países ocupados por los nazis, como Polonia, Austria, Holanda, Checoeslovaquia…
“Mayo de 1940” es una película preparada con esmero y realizada con habilidad, sin sorpresas con un hermoso fondo musical, interpretado por Ennio Morricone.