El brasileño Henrique Costa Mecking, conocido como Mequinho, es una leyenda del ajedrez. Fue considerado en 1977 el tercer mejor jugador del mundo solo superado por el entonces campeón, el soviético Anatoli Karpov y el suizo Victor Korchnoi (1931-2016). Entonces su Elo era de 2635.
Llegó a participar en dos torneos de candidatos en 1973 y 1976 perdiendo en ambos en cuartos de final ante Korchnoi y Lev Polugayevsky (1934-1995), respectivamente. Con Bobby Fischer (1943-2006) hizo unas tablas en Buenos Aires, en 1970, y perdió otra partida en Palma de Mallorca tras 42 movimientos.
También jugó con dos campeones mundiales, a Vassily Smyslov (1921-2010) le ganó dos partidas e hizo unas tablas y a Mijail Tal (1921-2010) le venció una partida. En 1975 fue subcampeón de los torneos de Las Palmas y la capital filipina, Manila.
Empezó a jugar gracias a su madre, María José, ya a la temprana edad de cinco años. Se convirtió en campeón gaucho, de estado, con doce años y absoluto de Brasil a los trece años –lo fue en dos años, 1965 y 1967–, campeón sudamericano a los quince, en 1967. Consiguió el título de gran maestro internacional a los veinte años, en enero de 1972, el primer brasileño en conseguirlo, en el torneo de Hasting. En este histórico torneo fue tercero tras Karpov y Korchnoi en 1971 y 1972.
Esto motivó un recibimiento en el aeropuerto con una escuela de samba y un desfile por las calles de Río en un camión de bomberos para terminar en el estadio de Maracaná. Tanto Flamengo como Gremio lo ficharon para sus clubes de ajedrez.
Recuerda que entonces el ajedrez era “un deporte pobre”. Nació en el sur de Brasil, en Santa Cruz do Sul, en el estado de Río Grande del Sur, cerca de Uruguay aunque su familia se trasladó a San Lourenço do Sul. Vivió en Río de Janeiro desde 1971 a 1987.
Cuando estaba en la cima y con una amplia proyección internacional empezó con los síntomas de una grave enfermedad, la miastenia gravis, que afecta a los músculos y al sistema nervioso. En su caso empezó por la garganta, por lo que tuvo que abandonar la competición en 1979, cuando había permanecido una década entre los diez mejores del mundo. Apenas tenía fuerza para masticar y alimentarse y algunos médicos incluso dijeron que podía morir en cualquier momento.
Mientras estuvo enfermo se refugió en la fe, estudió en el Instituto de Teología en Taubaté, donde se trasladó en 1988, y se integró en el grupo Renovación Carismática Católica, se dedicó la mayor parte del tiempo a actividades religiosas con conjuntos de oración. “Jesús salvó mi vida” afirma. Fruto de esa etapa publicó en 1992 el libro ‘Cómo Jesucristo salvó mi vida’ que se convirtió en éxito de ventas con un total de seis ediciones.
No obstante también publicó previamente un libro sobre ajedrez ‘Iniciación en el ajedrez’ en 1973 y muy posteriormente ‘Mequinho: el ajedrez de un gran maestro’ en 2010 junto a Adriano Caldeira.
Muchos años después de su retirada en 1979, en 1991 volvió poco a poco y de forma intermitente a jugar. En 2001 hizo tablas con Korchnoi y con una joven Judit Polgar en Argentina. Incluso volvió a representar a Brasil en las Olimpiadas de Ajedrez de 2002 y 2004 tras haberlo hecho décadas atrás, en 1968 y 1974. Todavía sigue manteniendo el récord de 43 años invicto al disputar simultáneas jugadas en Brasil.
Actualmente es invitado a actividades religiosas constantes y alguna relacionada con el ajedrez. “Cuando me invitan voy con mis dos libros. Hoy mi principal requisito para levantarme es la fe. Solo me interesa el ajedrez y la religión y cuido de mi salud”. Ha recorrido doce estados brasileños rezando y un total de diecinueve jugando ajedrez. Brasil cuenta con veintiséis estados.
En 2018 participó por cuarta vez en el Campeonato brasileño absoluto, celebrado en Río de Janeiro, llegando a semifinales. Había participado muy joven en 1965 y 1967, cuando ganó, y en 2011 llegando al tercer lugar.
Su último éxito es de hace apenas unos días al ganar el 2º Abierto de Caraça, en el estado de Minas Gerais, en un torneo con 73 participantes y con un premio de 5000 reales brasileños (1083 euros).
Este 23 de enero cumple 68 años, vive en la citada ciudad de Taubaté, de 230 000 habitantes, desde hace 31 años, donde ha sido nombrado recientemente ciudadano honorario (lo que en España sería hijo adoptivo) de la localidad, detalle que ha agradecido públicamente.
Su figura motivó una alusión en la canción ‘Super Héroes’ del padre del rock brasileño, Raúl Seixas (1945-1989).