La noche en el Auditorio de Puente del Rey se llena de teenagers, jóvenes y menos jóvenes. Un público que interactúa continuamente con la gaditana Merche, su estrella favorita en el escenario. Aplauden, hacen la ola, gritan su nombre, se levantan, se mueven a ritmo libre. Es un concierto para soltar lastre, vivir el momento, olvidarse hasta del nombre, prácticamente volar…
Veranos de la Villa. Merche. Fotos Verónica GranadoEl escenario se llena de toda la parafernalia de efectos especiales imprescindible en este tipo de conciertos, a imitación de los Rolling, Raphael, Miguel Ríos y tantos otros. Rayos de luz multicolor que diagonalmente convergen en la diva, nube artificial, pantalla multiusos al fondo del escenario, música a un nivel de decibelios para ensordecer, a veces, en particular hacia el final, más que música es ruido ensordecedor. Y focos, focos por doquier, en movimiento continuo, cubriendo todas las direcciones, a veces dando de lleno en los ojos de los sufridos y felices interactuantes.
Pero, ahí está ella, la cantautora de música pop Merche, la voz femenina actual más poderosa en nuestros escenarios. Talento a raudales. Canta, actúa, ejerce de maestra de ceremonias, se mueve por la escena con sabiduría, seduce a la masa con su inmensa personalidad, naturalidad y poder de comunicación. Ella manda. Y ella sabe, que todo ese acompañamiento es absolutamente necesario, que la voz sola no basta, que las guitarras eléctricas no bastan, que la flauta no basta, que la banda es sensacional pero no suficiente. Es el conjunto de todo lo que configura el concierto.
Ahí están sus discos de oro y platino, su nominación al Grammy Latino, todo lo que la acredita ante un público global, lo que la hace crecer canción a canción, disco a disco. En el auditorio Puente del Rey se presenta con canciones de su último álbum, Quiero contarte, que ha vuelto una vez más a situarla en la primera fila del panorama musical. Y también canciones de otros CD, muy conocidas, las que hacen cantar con ella a toda la sala, porque ella se lo pide. Ella manda.
Y empieza con canciones de este último álbum. Mentira, que cuenta una historia de todos los días, de algo que ha ocurrido siempre, ocurre y ocurrirá, mentiras de amor. Que todo era mentira, las caricias que me dabas, las palabras que decías…Mentira, que todo era mentira/ cada vez que me besabas otra boca tu sentías…Es decir, ayer, hoy, mañana y siempre. ¿Cómo no sentirse identificados con lo que canta y cuenta? Ahí va, una buena clave del éxito.
Te espero cada noche. ‘Y ahora sé lo que es amar/ tan distinto a lo anterior y a pesar del que dirán/ tengo listo el corazón…. ¿Todavía se lleva eso del que dirán? Debe ser cuestión de rima, porque sino, no cuadra. Continúa con una canción de esperanza muy positiva, Todo llegará, que pone a la sala en pie por primera vez, de las muchas que lo hará a lo largo de la noche.
Más canciones de su último lanzamiento Quiero contarte. Ahora Dilo tu primero. Puro ritmo, más ritmo que música. Toda una filípica al chico que no se decide. Seguimos en pie, a un nivel de energía creciente imparable.
Merche en los Veranos de la Villa. Foto V. GranadoAhora una de las sorpresas de la noche: Salvador Beltrán, su amigo, y compañero de canciones y en particular de la que viene ahora: Por si vienes, canción de amor y tiernos reproches, de agradable musicalidad y letra poética. Precioso dúo.
El jovencísimo Salvador Beltrán, 23 años, del Prat del Llobregat, empezó de niño en el mundo del flamenco, aprendiendo en la calle, practicando con una guitarra que le regalaron, escuchando vídeos. Hasta que un día, le tocó esa varita mágica que existe, pero que toca a pocos. Salvador tuvo la idea de enviar un tweet a Alejandro Sanz con su canción Imagínate. A Alejandro le gustó tanto que se convirtió en su mentor, sobre todo cuando para su gran sorpresa supo que tenía compuestas ¡nada menos que noventa canciones! Así que inmediatamente le recomendó a su descubridor y productor, Miguel Ángel Arenas ‘Capi’. Y hasta hoy. ¿Suena a cuento de hadas? Pues sí. Pero es que los cuentos de hadas existen. Solo hay que créerselos.
Cantan otra canción a dúo: Mírame, aquí me tienes. Balada, canción que rebosa amor, ternura, buena música y excelente letra.
Fin de la primera parte. Mientras ella se cambia, disfrutamos de un mini concierto de sus músicos, realmente buenísimos. Dos guitarras eléctricas, excelente baterista y algo de viento. Al teclado su director musical, el sevillano Fidel Cordero, conocido y reconocido músico, arreglista y productor en nuestro panorama musical. Empezó con su gran pasión, ¿adivinan? el flamenco, para seguir discurriendo por la música clásica, el jazz, el pop, el rock…Versatilidad y genio a raudales. Entre sus colaboraciones y/o producciones se cuentan las realizadas con Merche, Raphael, Manu Tenorio, Pepe el Marismeño, Hugo, Remedios Amaya, Vicente Amigo y muchos más. Todo un regalo este concierto que marca el intervalo.
Merche en Veranos de la Villa. Foto Verónica GranadoVuelve Merche, ahora vestida de rojo pasión, mini por delante y media cola por detrás. Y empieza con Dos amigos, single extraído de Quiero contarte. dos amigos de los que uno quiere ser más que amigo,
‘Que somos nada mas que dos amigos solos,
con eso no me basta yo lo quiero todo, yo quiero que me deje poco a poco quererle/,
y dile que me muero con imaginarlo, que siempre me estremezco solo con rozarlo/
que sueño cada noche con que quiera quererme’…
Va adelante con las canciones de su último CD, el séptimo de su carrera, un trabajo realmente innovador, que hay que popularizar al máximo. Un álbum muy bueno, con pop, jazz, merengue y más. Empieza la historia contada en Perro y gato, la historia de dos que se quieren y se pasan la vida discutiendo y claro eso agota.
Ahora sí, cambia de rumbo, avisando del regreso a una balada de 2010, que toda la familia de fans corea. Una historia de amor no correspondido, una historia de celos: Le deseo: ‘Hoy le he visto pasar, iba con Maria caminando se les veia tan felices, tan unidos. Que quise gritar…
Sus canciones ‘pegan’ por lo cotidianas, porque son historias que pasan o han pasado a todos, como esta de queja y ultimátum, Si te marchas. Queja de quien lo ha dado todo y ahora la dicen que nunca fue un gran amor. Muy fuerte, el ultimátum suena demasiado a despecho, a salvar cara. La lanzó en 2010.
Vuelve a Quiero contarte. Y cuenta que no se quiere enamorar, tiene miedo, no quiere arriesgarse a sufrir. Parece la continuación de la historia de la canción anterior, de hace años. ‘No me quiero enamorar, porque después toca sufrir, porque después toca llorar…
Merche en Veranos de la Villa. Foto Verçonica GranadoMerche se pone muy personal para compartir con su público que va a cantar la preciosa Nana, dedicada a su hija adoptiva, a su niña guapa, y el público como no podía ser de otra manera explota, poniéndose en pie, haciendo la ola. Una balada tierna que se convierte en el climax del concierto, para después volver al pop duro y fuerte con el que va a terminar el concierto, para el que se viste adecuadamente de mallas negras y top ajustado. Es ahora cuando los decibelios remontan y ensordecen, los focos ciegan, la gente se enardece con canciones antiguas, muy conocidas, que todos corean, como ese No me pidas más amor, del álbum Mi sueño de 2002.
Despedida apoteósica con sus músicos. ¡Gran Merche!