Los próximos cinco años serán los más cálidos de que se tenga registro y en alguno de ellos la temperatura pasará el umbral de 1,5 grados Celsius sobre los niveles de la era preindustrial, alerta un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), informa la IPS.
«Este informe no significa que vayamos a superar de forma permanente el nivel de 1,5 grados Celsius especificado en el Acuerdo de París, que se refiere al calentamiento a largo plazo durante muchos años», observó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
Sin embargo, «estamos alertando de que superaremos el nivel de 1,5 grados de forma temporal con una frecuencia cada vez mayor», advirtió.
El Acuerdo de París, suscrito en 2015 por casi todas las naciones, pauta compromisos para reducir la emisión de gases de efecto invernadero que calientan la atmósfera, de modo que antes de 2050 la temperatura aumente menos de 1,5 grados centígrados sobre el promedio aproximado a 13,7 grados en el período 1850-1900.
Con respecto a los promedios en esa etapa preindustrial, los globales entre 2006 y 2015 fueron superiores en 0,87 grados centígrados, y en los últimos cinco años en más de un grado, contribuyendo a fenómenos meteorológicos extremos –calor, sequías, inundaciones- cada vez más frecuentes, intensos y prolongados.
El nuevo informe de la OMM indica que las temperaturas mundiales alcanzarán en los próximos años niveles récord, impulsadas por los gases de efecto invernadero y por el fenómeno natural de El Niño, de corrientes de aire que calientan la atmósfera sobre el Pacífico oriental e impactan varias regiones del planeta.
«Esto tendrá repercusiones de gran alcance para la salud, la seguridad alimentaria, la gestión del agua y el medio ambiente. Tenemos que estar preparados», dijo Taalas.
Las probabilidades de que la temperatura media anual supere el umbral de 1,5 grados centígrados al menos durante un año se sitúan en 66 por ciento, y hay 98 por ciento de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años, y el lustro en su conjunto, sea el más cálido jamás registrado.
Esa probabilidad ha aumentado constantemente desde 2015, cuando era casi nula. En 2022 la media mundial subió 1,15 grados sobre el promedio de la era preindustrial.
Fue así a pesar de la influencia refrescante de La Niña, fenómeno opuesto al El Niño, con corrientes de aire frío sobre el Pacífico, y la cual frenó temporalmente, durante los últimos tres años, la tendencia al calentamiento a largo plazo.
Pero La Niña terminó en marzo de 2023 y se prevé el desarrollo de El Niño en los próximos meses. Normalmente, El Niño aumenta las temperaturas globales en el año siguiente a su aparición, que en este caso sería 2024.
Entre 2023 y 2027 se prevé que la temperatura global media anual cercana a la superficie sea entre 1,1 y 1,8 grados centígrados superior a la media de 1850-1900.
Otro dato es que el calentamiento del Ártico es desproporcionadamente alto. En comparación con la media de 1991-2020, se prevé que la anomalía de temperatura sea más de tres veces superior a la anomalía media mundial cuando se promedie durante los próximos cinco inviernos prolongados en el hemisferio norte.
Los patrones de lluvia previstos para la media de mayo a septiembre de 2023-2027, en comparación con la media de 1991-2020, sugieren un aumento de las precipitaciones en el Sahel (la franja semiárida que en África separa el Sahara de la zona de bosques), el norte de Europa, Alaska y el norte de Siberia.
En cambio, se prevé una reducción de las precipitaciones para esa estación en la Amazonia y partes de Australia.
Además del aumento de la temperatura global, los gases de efecto invernadero inducidos por el hombre están provocando un mayor calentamiento y acidificación de los océanos, el deshielo marino y de los glaciares, y la subida del nivel del mar.
El nuevo informe de la OMM ha sido publicado antes del Congreso Meteorológico Mundial que tendrá lugar del 22 de mayo al 2 de junio 2023, en el que se debatirá cómo reforzar los servicios meteorológicos y climáticos para apoyar la adaptación al calentamiento global.
Entre las prioridades que se debatirán figuran la iniciativa «Alerta Temprana para Todos», destinada a proteger a la población de unas condiciones meteorológicas cada vez más extremas, y una nueva Infraestructura de Vigilancia de los Gases de Efecto Invernadero, para contribuir a la mitigación del cambio climático.