Miami, se ha convertido en el centro de la actividad musical en pleno desarrollo, a pesar de la crisis económica que afectó el panorama musical en el mundo, el sur de la Florida vive el florecimiento de nuevos grupos musicales, organizaciones patrocinadoras, con público que alienta y acompaña.
Tanto la Opera como la Sinfónica del Nuevo Mundo tienen magníficos edificios propios, diseñados por los grandes arquitectos Cesar Pelli y Frank Gehry, respectivamente.
Florida Gran Opera redujo gastos pero no ha dejado de presentar excelente repertorio operístico con temporadas muy exitosas. Aunque es una compañía pequeña Miami Opera Lyric ha mejorado su elenco y se supera en sus presentaciones. Otro tanto sucede con los festivales de música organizados por las universidades, el Festival Miami de la Universidad de Miami, el Festival Mozart, el festival de la Universidad Internacional de la Florida- Fiu, que motivan a estudiantes y audiencia en general. A los festivales se suman las clases magistrales, certámenes de jóvenes talentos y recitales de jazz y música latina.
La Compañía Pro Grateli ofrece zarzuela en diversos teatros y recitales de la gran intérprete española Nati Mistral. La Orquesta de Cleveland continúa brindado conciertos en el Arscht Center the Performing Arts y desarrolla a su vez clases educativas. Agrupaciones musicales como Orchestra Miami, Greater Miami Youth Symphony preparan nuevos ciclos.
Tal vez, la MISO, Orquesta Sinfónica de Miami, bajo la batuta del director venezolano Eduardo Marturet sea el más claro ejemplo del crecimiento musical y de la apertura a nuevas audiencias, cuyo repertorio está enfocado según el perfil multifacético de Miami .
Su director nos comenta:
“Es la Orquesta de Miami, nos acercamos a todos los públicos y tocamos en diversos lugares, además nuestro repertorio es amplio, incluimos música clásica, de filmes y de nuevos compositores. MISO está integrada por músicos de todas partes del mundo, muchos de ellos latinoamericanos. Nos acompañan durante la temporada varios directores y solistas internacionales. Somos una Orquesta que refleja el espejo multicultural del sur de la Florida”.
MISO, nació en 1989, gracias al entusiasmo del maestro Manuel Ochoa, quien en 2006 entregó la batuta al reconocido director Eduardo Marturet.
Es una orquesta atípica en cuanto a sus presentaciones, puede sorprender al viajero en el Aeropuerto de Miami, como encantar en un parque junto a la brisa del mar, en un atardecer tropical.
Con 26 temporadas ininterrumpida, la orquesta ha logrado un conjunto profesional de 80 maestros de 23 países diferentes, entre los cuales se encuentran representados 15 naciones latinoamericanas, en los diferentes instrumentos encontramos a Jesús Carnero, Crismary Garcia, Alex Bravo, Liber Cuervos, Raul Rodríguez, Maria Salas, entre otros nombres de origen hispano.
El objetivo de MISO, es presentar recitales sinfónicos para una audiencia cultural diversa y heterogénea y lograr cubrir todos esos aspectos artísticos: música clásica, música de autor, música de filmes, de distintos movimientos y épocas y composiciones de jóvenes talentos.
Por esta razón, ha logrado alianzas estratégicas con instituciones, universidades, y directores extranjeros como Giancarlo Guerrero, Alondra de la Parra, solistas de piano, violín, trompeta y clarinete que enriquecen con sus interpretaciones el repertorio escogido.
Se une a estas importantes actividades, el Programa de Joven Artista, abriendo puertas en la orquesta a los talentos recién egresados, fomentando el ingreso a la carrera profesional.
En cuanto al repertorio, es una de las orquestas mas audaces en selección de programas y de mayor ímpetu en la difusión de nuevos autores.
El director Eduardo Marturet nos comenta:
“En Florida las orquestas no están patrocinadas por el Estado, en su mayoría. Entonces, la taquilla es importante. En nuestro caso, la taquilla representa el 30 % de nuestros ingresos, de modo que es mucho dinero. Hay que tener mucho cuidado con la programación porque necesitamos que la sala se llene. He aprendido que al público hay que darle algo que conozca. La gente va a un concierto porque quiere escuchar algo que le gusta. Yo aprovecho y pongo algo que les va a gustar pero que no conocen. Así, los sorprendo y la gente conoce nuevos autores. La orquesta se debe a su comunidad. El objetivo principal de la Sinfónica de Miami es dar calidad a sus ciudadanos”. Como América es continente de Nuevo Mundo, los aspectos educativos son muy importantes. Un europeo nace oyendo a Mozart, Brahms o Beethoven, un español reconoce a Manuel de Falla y a Aranjuez, pero no siempre un niño americano sabe de la música europea, de ahí que la educación musical y la promoción de la música culta sea tan importante para los norteamericanos.
Marturet reafirma este concepto: “Hay un equilibrio entre disfrutar y aprender. Por eso, hay conciertos didácticos para los niños y jóvenes. Es nuestra obligación ser creativos y presentarnos de manera especial”.
Y recuerda una anécdota que demuestra el estilo de este maestro y la filosofía de esta orquesta abierta y dinámica.
“En Miami, ocurren cosas simpáticas, yo dirijo mis conciertos con diferentes zapatos, producto de una fábrica que ha donado los zapatos a la orquesta, y la gente ya lo está esperando, quiere ver que zapatos me puse. Es simpático no?. Yo me siento muy libre en Miami”. Y el público también vive esa sensación de fiesta y libertad en cada presentación de esta orquesta diferente que anima el marco de la actividad musical de Miami.
En el reciente concierto, el maestro anunció la construcción de un edificio propio para MISO, ubicado en el distrito Wynwood, famoso por las galerías de arte y la Feria Art Basel Miami Beach. La audiencia en la sala aplaudió de pie esta buena noticia. Fue una noche de música y de nuevos proyectos que envolvió el espíritu de todos, con gran emoción.
Como ven, visitar Miami puede ser una experiencia muy musical.