Siete obras de artistas de origen iraní, iraquí y sudanés, han quedado expuestas en el planta quinta del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), en el lugar que hasta ahora ocupaban cuadros de Picasso, Matisse y Picabia. Como ya es más que sabido, los siete autores pertenecen a países contra los que va dirigido el decreto anti inmigrantes de Donald Trump, y el Museo ha montado la exposición como acto de protesta contra esa decisión presidencial.
Las nuevas obras expuestas pertenecen al pintor sudanés Ibrahim el-Salahi, la arquitecta iraquí mundialmente famosa Zaha Hadid, los iraníes Tala Madani, realizadora de vídeo, Parviz Tanavoli, escultor, Charles Hossein Zenderoudi, diseñador, Shirana Shahbazi, fotógrafo, y Marcos Grigorian, pintor.
Junto a cada una de las obras se ha colocado la siguiente inscripción : «Esta obra es de un artista originario de un país cuyos ciudadanos tienen prohibida la entrada en Estados Unidos, tras el decreto presidencial del 27 de enero de 2017».
El MOMA tiene previsto proyectar durante el mes de febrero varias películas de realizadores pertenecientes a países a los que afecta la prohibición (Yemen, Sudán, Somalia, Libia, Irak, Irán, Siria) durante 90 días.
Según la Casa Blanca, en el último fin de semana, la aplicación del decreto llevó a la detención en los aeropuertos de 109 personas que residen ilegalmente en Estados Unidos, así como a impedir que varios cientos embarcaran en otros aeropuertos con destino a Estados Unidos. El Departamento de Estado anunció el 3 de febrero que hasta esa fecha se habían revocado 60 000 visados de entrada en el país.