En la industria alimentaria son numerosos los elementos y espacios que adquieren importancia. En este artículo nos centraremos específicamente en uno de ellos: las cámaras frigoríficas tanto de refrigeración como de congelación. Y es que en ambas se está produciendo una tendencia desde hace años: instalar Cortinas para cámaras frigoríficas, concretamente las que están hechas de lamas de PVC.
Teniendo en cuenta el carácter marcadamente tradicional de este sector, es sorprendente que el paso de los años dé pie a que se produzca algún tipo de cambio. Sin embargo, lo cierto es que ha acabado sucediendo en lo que respecta al elemento utilizado para mantener la temperatura y evitar que se produzca una ruptura de la cadena del frío.
Hoy en día, lo más habitual es dar con Cortinas para cámaras de refrigeración y de congelación. ¿Cuáles son las razones teniendo en cuenta que hay otras alternativas? Básicamente, estos conjuntos presumen de una serie de características que tienen muy en cuenta los propietarios de negocios como restaurantes, supermercados y fábricas de alimentos. Seguidamente, ahondaremos en todas ellas.
Se instalan en un tiempo récord
Ponte en situación: el sistema utilizado hasta ahora por una fábrica de productos alimenticios congelados para mantener la temperatura de su cámara frigorífica presenta un deterioro evidente, por lo que debe sustituirse cuanto antes. Esto significa que el cambio debe llevarse a cabo en un abrir y cerrar de ojos para impedir que se produzca el efecto adverso anteriormente sacado a colación: la ruptura de la cadena del frío.
En este sentido, las Cortinas para cámaras de congelación son ideales, puesto que se instalan en un parpadeo. Ciertamente, hay otros conjuntos que reúnen aspectos positivos como los que describiremos después, pero exigen lidiar con una instalación bastante complicada. No es el caso que nos ocupa.
Compatibles con multitud de temperaturas
La versatilidad es un aspecto que valoran mucho las empresas del sector. Así pues, no es de extrañar que se decanten por las cortinas de lamas, ya que admiten una enorme cantidad de temperaturas bajo cero o por encima de dicho umbral.
Por ejemplo, las destinadas a cámaras de congelación pueden llegar a un mínimo de -65ºC, aunque lo más habitual es limitar la cifra a los -35ºC. El número aumenta hasta los -15ºC en caso de tratarse de una cortina de lamas para una cámara de refrigeración. Respectivamente, las temperaturas máximas se sitúan en los 50ºC y 40ºC.
Sea cual sea la temperatura elegida, el hielo no se acumula en el interior de la cámara, lo cual evidencia el buen funcionamiento de las cortinas de lamas de PVC para las cámaras de congelación y de refrigeración.
Eficiencia energética
Por muy buena que fuese esta solución a otros niveles, no sería la principal elección de las empresas del sector si energéticamente dejase que desear. Por suerte, las cortinas de lamas son eficientes a más no poder.
Atrás quedan los tiempos en los que se producían multitud de fugas de temperatura, lo cual exigía consumir una mayor cantidad de energía para mantener la cifra de grados centígrados ideal para la conservación de los productos alimenticios en cuestión. Con la ayuda de las cortinas de lamas de PVC, el porcentaje de esta liberación térmica se reduce considerablemente.
Esto es de agradecer no solo por parte de la empresa en términos económicos, puesto que disminuye la cuantía de la factura energética. Por si fuera poco, también se beneficia de ello el ecosistema en general. Teniendo en cuenta el pobre estado en el que se encuentra, cualquier ayuda es bien recibida, por lo que no sorprende que los negocios más concienciados al respecto no se lo piensen dos veces a la hora de implementar esta solución en sus cámaras frigoríficas.
Otras ventajas destacables
Por si las ventajas anteriormente mencionadas fuesen poco numerosas, la lista va más allá abarcando otros aspectos muy positivos como la facilidad de limpieza. Las empresas dicen adiós a las tediosas tareas de mantenimiento, puesto que dejar las cortinas de lamas impolutas es coser y cantar.
A pesar de la flexibilidad de la que hacen gala, presentan un elevado nivel de resistencia. Lo demuestra a la perfección el hecho de que resulta muy complicado que terminen desgarrándose.
Estableciendo una comparación con otros sistemas, hay que decir que las cortinas de lamas no evitan que la luz penetre en la cámara frigorífica. Así pues, las personas que trabajan en el interior de la misma se ven capaces de llevar a cabo sus labores profesionales sin ningún impedimento visual.
Si a todo esto sumamos el aislamiento a nivel higiénico que impide que el polvo y demás agentes contaminantes entren en contacto con los elementos que están dentro de la cámara frigorífica, era de esperar que tarde o temprano las cortinas de lamas de PVC se impusieran a las demás alternativas existentes.