Nos regalamos tiempo para estar bien, para descansar, para degustar lo que nos hace felices, para complacer nuestra verdad con la ayuda de los demás y sin hacer daño a nadie.
Nos importamos con reglas de cercanía que nos ponen a prueba sin mentiras ni medias verdades, sin cinismo. Avanzamos sabiendo que todo es posible sin ambición desmedida.
Regulemos nuestros espacios y sepamos movernos con capacidad de encuentro. Nos alistaremos en algunas causas llenas de incertidumbre y de dura tarea, por imposibles que parezcan.
Abundemos en el cariño, en las mejores intenciones para recabar opciones y medidas de ternura. Somos muy capaces.
Nos adentraremos en las versiones más positivas, procurando que no falte el ánimo, la fe y la caridad. No simulemos.
Adaptemos lo suficiente para ver y dejarnos divisar. Estemos en nuestro sitio, sí, pero no dudemos en caminar lejos para llegar hasta quienes nos precisan. Hay mucho campo por abonar.